CERA
BELLIDO
(Tomado del blog de la Hdad. de la Veracruz de Andújar) |
La primavera vuelve a
hacerse presente en nuestras vidas, y cada año con más premura si
cabe. Este año, sin embargo, nos hallaremos huérfanos del rumor de
túnicas sobre las callejas de la Andújar eterna. Tampoco los trajes
de faralaes alegrarán los recoletos altozanos. He de confesar que me
he visto obligado a recomponer la presentación de mi entrada
mensual. Había pensado, no obstante, que era un buen momento para
rendir tributo a esta importante y señera empresa andujareña. Y
teniendo en cuenta los duros tiempos que se nos avecinan, creo que
está igualmente justificado hacerlo.
(Tomado del Facebook de Cera Bellido) |
No puedo ni quiero negar
que me emociona pensar que su actual sede se encuentra enclavada en
la calle Jesús María, en pleno barrio de San Bartolomé, el barrio
de mis ancestros, el de mi infancia y mi primera juventud. ¿Cómo no
recordar el inconfundible olor a cera pura de abejas penetrando
incluso en la cercana iglesia de Mínimas? ¿Acaso es posible
sustraerse a ese momento en el que en compañía de mi padre y otros
miembros de la Cofradía de la Paciencia acudíamos a sus oficinas
para encargar los cirios de la estación penitencial? ¿Y cuando mis
manos tocaban esas velas de tacto tan agradable a la vista que casi
parecían invitarme a morderlas pues parecían hechas de caramelo
masticable?
(De www.wikipedia.org) |
La actual marca “Cera
Bellido” aparece registrada por vez primera en 1889, fruto de una
escisión de la antigua y prestigiosa casa Cerería Pontificia del
Corazón de Jesús, empresa fundada en 1840 según reza el antiguo
azulejo de la calle del Arroyo; pero que, al parecer, ya funcionaba
una década antes. El blog de la Cofradía de la Veracruz (con quien
mantuvieron los Bellido no solo relaciones lógicamente comerciales a
raíz de la venta de cera a esta corporación, sino también porque
algunos de sus miembros ocuparon cargos en dicha hermandad) nos
informa de que Francisco Bellido parece ser el iniciador de esta
estirpe de artesanos, dedicados con igual acierto a la producción de
miel y jabón. De su matrimonio con Jerónima Rubio nacerían tres
hijos que suponen tres importantes jalones en la historia local de
principios del siglo XX: Agustín (impresor, fundador del periódico
El Guadalquivir), José María (que continuaría con la marca
“Cerería Pontificia” y se dedicaría también a la política) y
Francisco (el creador del actual marchamo de “Cera Bellido” en
1889, como antes se ha dicho).
Antigua fábrica de la Cerería Pontificia en la calle del Arroyo. Fotografía de Jesús Ángel Palomino León (Blog andújarhistórica.com) |
En 1892, se añade al
logotipo de la empresa un dibujo de la Virgen de la Cabeza y su
santuario que enseguida se haría muy popular y que se ha mantenido
hasta nuestros días, con una idea muy clara de fusionar este
producto, auténtico lujo de nuestra Sierra Morena, con la ciudad que
a sus pies se postra. En poco tiempo, la industria familiar va a ir
sumando reconocimientos, al igual que la Cerería Pontificia: en 1887
obtiene una mención honorífica en Jaén y un año después la
medalla de bronce de la Exposición de Roma. D. Francisco Bellido
Rubio debió fallecer sobre la década de los ochenta, según se nos
sigue informando en el blog de la Veracruz, pero la empresa siguió
su ritmo de producción, de la mano de su viuda, que falleció en
1908. Las manufacturas se realizan en la calle Juan Robledo y la
tienda está sita en la de San Francisco.
(Tomado de www.cerabellido.es) |
(Tomado de www.tesorosdelayer.es) |
Una nueva generación de
Bellidos va a seguir adelante con el negocio familiar, llevando, tras
la Guerra Civil, sus afamadas velas a gran parte del territorio
nacional. En especial, son las cofradías de Semana Santa las que
adquieren tan excepcional artículo. Desde la década de los años
cuarenta del siglo pasado, por ejemplo, la Hermandad de la Esperanza
Macarena de Sevilla es un cliente incondicional; pero sería muy
prolijo citar todas las corporaciones de Pasión y Gloria que tanto
en la capital andaluza como en otras zonas de España se nutren de la
cera de Bellido ya sea para sus altares de cultos cuaresmales como
para sus estaciones penitenciales, procesiones y otros actos de
culto.
(Tomado del Facebook de Cera Bellido) |
Los actuales gerentes de
esta casa han sabido diversificar sus productos y si consultamos su
cuidada página web nos damos cuenta de que también ofrecen
delicados productos para la ornamentación del hogar, los spas y sus
velas han aparecido en películas como Alatriste, Volavérunt,
Los fantasmas de Goya u Ocho apellidos catalanes. Según
parece, la luz de esta incomparable cera es idónea para la filmación
cinematográfica.
Imagen de la película Alatriste, donde podemos observar las velas de Cera Bellido (www.fotogramas.es) |
Adentrarse en las
instalaciones de Cera Bellido supone reconciliarse con la actividad
artesanal de Andújar, muy dañada en los últimos tiempos por mor de
otras formas de producción, pero también por la falta de
emprendimiento local. El secreto de la cera andujareña reside, en
palabras del gerente de la empresa, Manuel Bellido, por supuesto en
la materia prima de nuestras abejas, pero también en el sistema de
blanqueo natural, merced al poderoso sol de esta tierra y dejando de
lado toda solución química. Como curiosidad habría que decir que
algo queda de la antigua manufactura de miel: al espacio donde
trabajan esos empleados se le sigue llamando “obrador”.
(Tomado de www.todocoleccion.net) |
Esperamos y deseamos que
el bache de este año no sea demasiado sangrante y la empresa pueda
salir a flote y recuperar el número de contrataciones temporales,
que alcanza los veintitantos empleados en la temporada alta de
producción.
Las velas de Cera Bellido, a las puertas de la Basílica de la Macarena, en Sevilla (Sábado Santo 2018) |
FUENTES:
MORENO ALMENARA,
Maudilio; “La relación de la familia Bellido, cereros por
antonomasia de Andújar, con la Cofadía de la Santa Veracruz”. In
veracruzandujar.blogspot.com (17 de febrero de 1916).
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