JOSÉ ILLANDA
(c. 1855-1860 – c. 1915-1918)
Cantaor
Saliendo de la nebulosa del pasado se nos aparece este artista del que tanto se ha hablado, pero cual si fuera tan solo un espectro, una sombra, un esbozo. Y es que la figura de Illanda (o Yllanda o…) siempre ha estado rodeada de misterio y conjeturas varias. Hay que comenzar diciendo que fue gitano, que cantaba flamenco y que nació en Andújar. A partir de aquí, y tras consultar diversas fuentes, podemos seguir dos sendas: una nos lleva a un simple aficionado que dejó algunas letrillas reproducidas luego por afamados intérpretes del cante jondo; la otra, defendida especialmente por el entendido Antonio Escribano, nos habla de una figura que no hay que desdeñar y que fue uno de los puntales de la soleá, con un estilo personal junto al de Curro Frijoles o el Loco Mateo.
Difícil es por ahora determinar su fecha de nacimiento. Siguiendo los testimonios orales, en especial de Rafael Romero, podemos situar el natalicio de Illanda sobre 1855-1860. Romero dejó dicho que fue su tío abuelo por línea materna y que, sin duda, Andújar fue su patria chica. Sus biógrafos también coinciden que marchó de la ciudad para, al parecer, no volver más por desobedecer a su padre, que quería casarlo con quien él no quería. Esto se deduce de una de sus más afamadas coplas: “Me quiero tirar a un pozo, / me están adjudicando / un casamiento forzoso”. Hay quien dice que, Guadalquivir abajo, vivió durante un tiempo en Utrera donde conoció a María de las Mercedes Fernández Vargas, “La Serneta”, una de las grandes intérpretes de la soleá, quien marcó profundamente su cante, iniciado en Andújar. No obstante, Escribano no da demasiada consideración a esto y defiende incluso que difícilmente pudieron coexistir Illanda y “La Serneta”, ni en Sevilla ni en Jerez, de donde era natural la afamada cantaora y donde terminaría recalando el andujareño.
"La Serneta" (www.historiamujeres.es) |
En Jerez se empaparía del ambiente caló y su longeva tradición flamenca sería asumida por él, de manera que se convertiría en uno de sus grandes intérpretes. Aquí de nuevo Antonio Escribano disiente y afirma que quizás fuera al contrario: el jienense influiría en el cante por soleares, dejando para la posteridad su estilo personal. Muchas veces se ha desdeñado Jaén como tierra flamenca porque lo fácil es defender a las grandes “metrópolis” del cante jondo como Sevilla o Jerez, sigue indicando el experto.
No hay constancia en ninguna publicación de la época de su arte ni tampoco ha llegado hasta nosotros ni un solo cartel que recoja su actuación en alguna venta, mesón o, sobre todo, los múltiples cafés cantantes que hacían las delicias de los aficionados en las postrimerías del siglo XIX e inicios del XX. Pero rastreando las manifestaciones orales de otros cantaores y aficionados, parece que realizó actuaciones en Puertollano, Valdepeñas y La Carolina, en las postrimerías de su existencia, cuando podría haber residido hasta su fallecimiento en Linares, lugar que albergó muchos de esos cafés cantantes. Allí se pierde su rastro sobre 1918. El Niño de la Matrona dijo de él que lo recordaba “amanerado, elegante y retraído, y tan pulcro como su cante, que ejecutaba sin el menor esfuerzo”.
Café cantante (www.turismolinares.es) |
Siguiendo a Pepe Marchena, de nuestro paisano serían también estas composiciones: “Reniego de los rosales, / no reniego de la rosa / que me regaló tu mare” y “Que lo lleven a la imprenta / pa que se entere la gente / lo que su querer me cuesta”. Rafael Romero, uno de los grandes continuadores del cante de su paisano, afirma que también son de Illanda otros dos estilos: “Como los muertos no hablan, / ni oyen, ni ven, ni entienden, / estoy viviendo en el mundo / sin que nadie me gobierne” (donde se puede entender una alusión a la libertad que le otorgó huir de las exigencias paternas y que según Romero, sería compuesta tras el fallecimiento del progenitor, algo que lo liberaba aún más aunque suene fuerte decirlo). La otra reza así: “Lorenzo le dijo al Pluma / arreglar lo que podáis, / que yo me voy a Porcuna” (quizás abundando en su fuga de Andújar).
Rafael Romero (aticoizquierdaflamenco.blogspot)
La influencia de Illanda es palpable no solo en Rafael Romero, sino en, por ejemplo, Pastora Pavón “La Niña de los Peines”, que recuperó su cante para siempre al realizar una grabación en 1934.
"La Niña de los Peines" (Wikipedia) |
Para terminar, los cantes de Illanda interpretados por Rafael Romero:
FUENTES:
BLAS VEGA, J. Y RÍOS RUIZ, M.; Diccionario enciclopédico ilustrado del flamenco. Tomo II. Madrid, Cinterco, 1990 (2ª edic.).
ESCRIBANO ORTIZ, Antonio; José Illanda y sus soleares en la laberíntica historia del cante. Jaén, Federación provincial de peñas flamencas de Jaén, 2002.
www. Cordobaflamenca.com