MARTÍN
DE ALBARRACÍN
(1670
– 1732)
Escritor
jesuita
La
presencia en nuestra ciudad de la Compañía de Jesús dejó a lo
largo de la historia no solo el fruto de su labor educativa, sino la
incorporación a su dilatada nómina de escritores a algunos de
nuestros paisanos. Ya hemos traído a este blog los nombres ilustres
de Agustín de Quirós, Joaquín Álvarez, Juan de la Fuente y Alonso del Caño. Queremos ahora rescatar de la nebulosa del pasado a este
andujareño, nacido un dos de mayo de 1670 y que, según nos informa
el valioso (aunque, por desgracia, inconcluso) diccionario de
Caballero Venzalá, ingresó en la Orden de San Ignacio de Loyola el
20 de abril de 1683. Profesó el cuarto voto (es decir, la obediencia
al Papa propia de los jesuitas) el 15 de agosto de 1703.
Bóveda en la antigua casa de jesuitas (fotografía tomada de www.historiandujar.com) |
Su
formación intelectual le sirvió para ejercer el magisterio de la
Retórica, la Filosofía, la Teología y la Sagrada Escritura en
diversos colegios de su congregación. Fue vicerrector de los de
Málaga y Andújar. El último cargo que desempeñó fue el de
catedrático de Teología del Colegio de San Hermenegildo de Sevilla,
ciudad donde le sobrevino la muerte un 6 de enero del año 1732.
Fachada de la antigua fundación que los jesuitas tuvieron en Sevilla (fotografía de Alfonso Pozo Ruiz.Wikipedia) |
No
se nos escapa, por supuesto, que su apellido entronca con uno de los
linajes más nobles de la ciudad, que resuena en el campo de la
milicia desde la conquista de la ciudad a los árabes. En Andújar
aún pervive este patronímico relacionado con la fachada que se
conserva en la plaza de Santa María, y que fuera, antes, en época
medieval, la entrada del concejo.
Portada de la conocida como casa de los Albarracín, en una postal de los años cincuenta. |
Su
obra más importante es de carácter filosófico y se trata de:
Commentarii Tractatus in Aristotelis Stagiritae philosophiae
principis Libros de Ortu e Interitu Opus Immaculatae Deiparae necnon
Sancto Hermenegildo regi et martyri huius Collegii (Hispalensis), que
se conserva en la biblioteca de la Universidad de Salamanca.
También
se recogen otros escritos como la Carta de edificación en la
muerte del padre Francisco de Ariza, fechada en Andújar, el 20 de
julio de 1728; cinco poesías publicadas en la obra de
Fernando Cansino, Meliori Prometheo; una aprobación al Sermón
que a la fiesta de Todos los Santos predicó el padre Martín de
Uceda (20 de julio de 1725); y una censura para Atilano de Acevedo y
sus Máximas polyticas, económicas y singulares, deducidas de
diferentes reglas y preceptos generales para conservación y aumento
de la nobleza (13 de abril de 1731).
FUENTES:
CABALLERO
VENZALÁ, Manuel, Diccionario bio-bibliográfico del Santo Reino.
Tomo I. Jaén, Diputación, 1979.
DÍAZ
DÍAZ, Gonzalo; Hombres y documentos de la filosofía española.
Tomo I: A-B. Madrid, CSIC, 1980.
URIARTE-LECINA,
Biblioteca de escritores de la Compañía de Jesús. Tomo I.
Madrid, 1925
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