JUAN
BAUTISTA DE PAREJA
S. XVIII
Maestro ebanista
Ahora
que las túnicas salen de su letargo para desprenderse del aroma acre
del alcanfor y las calles se pueblan de costales noctámbulos, azahar
en vísperas y capirotes de estreno (de primavera, en suma), es buen
momento para recordar a un artista cuya única obra conocida se pasea
todos los Lunes Santo por las calles de Sevilla y es pieza señera
del patrimonio cofrade: la cruz de carey y plata de Nuestro Padre
Jesús de las Penas.
Imagen de Nuestro Padre Jesús de las Penas (Sevilla) (erturuta.blogspot.com.es) |
Hay
que agradecer al investigador Gerardo García León que publicara un
trabajo muy completo en 1993 sobre esta joya que, a juicio de su
autor “no tiene parangón con ningún otro ejemplo similar conocido
ya que la plata está embutida y no sobrepuesta, que es lo normal”.
Pero vayamos por partes: la actual hermandad ecijana de Nuestro Padre
Jesús Nazareno, Santa Cruz en Jerusalén y Nuestra Señora de las
Misericordias, con residencia canónica en la iglesia de San Juan
Bautista, es fundada en el siglo XVI y desde el principio se nutre
con lo más selecto de la nobleza local, la cual aporta suntuosas
donaciones a la cofradía. Uno de esos aristócratas será Manuel de
Villavicencio Castrillo y Moscoso, marqués de Alcántara del Cuervo,
el cual, como hermano mayor, encarga una cruz para el Nazareno.
Afortunadamente ha llegado hasta nuestros días la escritura de
obligación (fechada el 30 de mayo de 1734) donde aparece consignado
el nombre de nuestro paisano, Juan Bautista de Pareja, del cual se
dice explícitamente que es “vecino de Andújar”.
Cuadro de azulejos con la imagen del Nazareno de San Juan, en Écija, portando la cruz de carey. (ecijahistoria.blogspot.com.es) |
De
la lectura del contrato, García León colige que debió ser este
Pareja persona de gran renombre entre los artistas de su gremio, a
juzgar por las condiciones que allí aparecen: la hermandad se
comprometía a facilitar una dependencia para que realizara su
trabajo; se pondría a disposición del artesano toda la plata y el
carey que necesitara para hacer la cruz; el salario sería de 14
reales de vellón diarios; y, si era necesario, se podría contratar
a un oficial ayudante con un sueldo de 7,17 reales de vellón al día.
Por su parte, Juan Bautista se obligaba a presentar a la hermandad
varios bocetos para que esta eligiera el más conveniente y tenía un
año para acabarla. Al parecer, el sueldo es muy elevado para lo que
solían cobrar los ebanistas y carpinteros ecijanos en esa época: 9
reales diarios como mucho. No se sabe si la cruz estuvo acabada en el
tiempo acordado (junio de 1735), lo que sí es cierto es que aparece
citada en un inventario realizado en 1783, donde se especifica que se
usaba tanto para que el Cristo la luciera en su camarín como en la
procesión. La cruz se montaba en una estructura de hierro oculta
bajo la túnica del Nazareno y fijada a la oreja izquierda mediante
un perno metálico.
Antigua instantánea con el Nazareno de Écija portando la cruz de carey y plata (tomado del artículo de García León) |
En
1958 la junta de gobierno de la hermandad decide agrandar la
canastilla procesional y se modifica la posición de la imagen, para
que pierda algo de su hieratismo original. Estos dos cambios hacen
que la cruz ya no se adapte bien ni a la imagen ni al nuevo paso. En
1959, tal y como se puede ver en la foto adjunta, el Señor sale con
la cruz colocada a la manera en que la lleva el Nazareno del Silencio
de la capital sevillana; pero en 1960 ya es sustituida por una
arbórea, de mayores dimensiones y llevada sobre el hombro, como la
antigua.
Procesión del Nazareno de Écija en 1959 (cuestiondecofradias.blogspot.com.es) |
En
1965 se inician las conversaciones con la Hermandad de las Penas de
Sevilla y, al final, se consigue la venta dos años después, lo que
generó algún malestar en el mundo cofrade ecijano al perder
la ciudad un objeto de tan gran valía. En 1968 fue restaurada bajo
la dirección de Juan Carrero Rodríguez y la participación de
varios artesanos. Fue ampliada con la adición de unos casquetes que
imitaban el diseño original y que hacen que la cruz tenga
actualmente unas dimensiones de 2,86 por 1,92 metros.
La cruz, en la actualidad (imagen procedente de la web de la Hermandad de las Penas de Sevilla) |
Tal
vez el futuro nos depare nuevos descubrimientos acerca de más piezas
salidas del ingenio y la pericia de este andujareño que merece
figurar en la nómina de otros grandes artistas que han ofrecido lo
mejor de sí mismos para acrecentar el caudal artístico de nuestras
hermandades.
Detalle de la cruz (cuestiondecofradias.blogspot.com.es) |
FUENTES:
GARCÍA
LEÓN, Gerardo; “La cruz de las Penas de San Vicente”,
Laboratorio de Arte, 6, (1993), pp. 327-341.
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