RAFAEL DE
VALENZUELA
Y SÁNCHEZ-MUÑOZ
(1857 - ?)
(Tomado de Poetas y poesía, de Alfredo Cazabán, 1911) |
Escritor
Hablar del apellido
Valenzuela en Andújar es volver la vista hacia un pasado de casas
blasonadas y aceros puestos al servicio de empresas aparentemente
imposibles. Arranca, al parecer, este patronímico, de la conquista
que hizo un antepasado de la villa cordobesa de Valenzuela, cuya
hazaña dio inicio a una larga lista de hombres de acción, gentes
acostumbradas a batallar tanto en nuestra piel de toro como en
tierras de ultramar.
Tiempo habrá de
recordar a otros Valenzuelas, sahumados con la pólvora del Imperio.
Hoy toca hablar de este abogado y literato que nació en Andújar el
29 de noviembre de 1857. Palau indica su nacimiento siete años
después y su fallecimiento en 1909, pero yerra en ambas fechas, pues confunde a Rafael con Ramón, a quien ya
recordamos en este blog. Tendremos también un espacio para el infortunado héroe de la guerra
de África, Rafael de Valenzuela y Urzáiz, hijo de nuestro
biografiado, y de cuna zaragozana, ya que su padre se instaló en la
capital aragonesa para desarrollar allí el ejercicio de la abogacía.
¿Desde qué fecha? No podemos indicarlo con exactitud. Eso sí, en
1911 Alfredo Cazabán asegura que vive aún en Andújar y en 1914 en
Madrid, aunque algunas de sus obras aparecen publicadas en Zaragoza
en fechas anteriores a estas y allí nacen sus hijos mayores, aunque la
tercera (Pilar) es natural de Andújar y nació en 1887.
Retrato de un joven Rafael de Valenzuela (www.geneallnet.org) |
Fue hijo de José María
de Valenzuela y de Adelaida Sánchez-Muñoz Baciero, y casó con
Joaquina Urzáiz Cavero, de cuyo matrimonio nacieron siete hijos.
La obra literaria de
Rafael de Valenzuela bebe de la tradición lírica española, pero en
narrativa se mueve dentro de la influencia modernista. Habría que
destacar la novela El verdadero amor (1915), de cierto
interés por desarrollarse su acción en Andújar. Otro de sus
títulos es El tesoro de Lecumberri (1921).
En poesía, hemos
encontrado dos libros: Sinceridad (1912) y Sendas de luz
(1914). En este último poemario, encontramos una poesía
dedicada a la patrona de Andújar que comienza así:
Decirte quiero, Virgen
del alma,
decirte anhelo, Madre
querida,
que lo que adoro más en
la vida
es consagrarte mi
devoción.
Eres la reina de mis
amores
y ahora, lo mismo que
siendo niño,
arde en la llama de tu
cariño
mi corazón.
El apego a la tierra que
lo vio nacer va ser una constante en el devenir literario de nuestro
personaje. Ya se halle viviendo en la capital de España o siente sus
reales a orillas del Ebro, Rafael va a mantener un contacto pleno con
Andújar. Son innumerables, por ejemplo, sus colaboraciones con el
semanario local El Guadalquivir y va a colaborar activamente
en el álbum que conmemorará el séptimo centenario de la aparición
de la Virgen de la Cabeza. A Ella dedicará, además, la conocida
canción “Al cerro subimos”. También fue un asiduo en las
páginas de la revista Mirando al santuario, cuyos
artículos recopilará él mismo en una publicación. Para terminar,
no se nos puede olvidar que su amor hacia la Morenita quedó plasmado
en uno de los sonetos del rosario monumental ideado por Alcalá
Venceslada, en concreto el primer misterio de los gozosos.
Colaboración del autor en el proyecto del rosario monumental. |
Otras obras suyas se
adentran en terrenos diversos: Discurso leído en la juventud
católica de Zaragoza resumiento el debate habido sobre las
doctrinas de Charles Darwin (1881); Conceptos de arte. La
Torre-Nueva de Zaragoza (1891); Apuntes biográficos del barón
de la Linde (1893); prólogo a Mujeres célebres aragonesas
(1884), de Melchor Poza Rodríguez...
(www.todocoleccion.net) |
En una de las páginas
introductorias de la novela El verdadero amor localizamos
otras obras como: Los principios sociales (folleto), Progreso
iliturgitano (folleto), La caserilla de los Tamujares
(novela corta), En la dehesa del puerto (novela corta),
Poesías y artículos críticos y Del uno al otro
extremo (novela).
(www.todocoleccion.net) |
Terminamos dejando
constancia del amor a la ciudad que lo vio nacer, con estos versos
dedicados a ella, que abren El verdadero amor:
A ti, gentil ciudad,
donde he nacido,
do corrieron mis años,
los mejores,
entre el aroma de tus
gayas flores
y de béticas ondas el
sonido;
A ti, gentil ciudad, el
arca, el nido
que encierran mis
dulcísimos amores,
A ti mi libro va; que tus
loores.
Nobles y justos, su razón
han sido.
Estrechísimo amor a ti
me liga;
como el de hijo a madre
así me obliga...
Te consagro mi pecho y mi
cabeza.
Pobres, sí, pobres son;
mas ¡cuán sencillo
decir al mundo la
arrogancia, el brillo
que esmaltan tu hermosura
y tu grandeza!
FUENTES:
CAZABÁN, Poetas y
poesía. Jaén, Unión tipográfica, 1911; págs. 201-203.
PALAU I DULCET, Antoni;
Manual del librero hispanoamericano. Barcelona, Palau, 1948.
UTRERA CARDEÑAS, Pablo;
“Ensayo bio-bibliográfico sobre poesía y poetas andujareños”.
In Historia de Andújar. Andújar, Ayuntamiento, 2009. Tomo
II.
VALENZUELA SÁNCHEZ-MUÑOZ,
Rafael; El verdadero amor. Novela. Madrid, Renacimiento, 1915.
VALENZUELA SÁNCHEZ-MUÑOZ,
Rafael; Sendas de luz. Poesías. Zaragoza, Imprenta del
hospicio, 1913.
Revista Don Lope de
Sosa.
www.geneallnet.org
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