ALFONSO
DELGADO CASTILLA
(S. XIX –
S. XX)
Profesor, poeta y
dramaturgo
De
nuevo es obligado recurrir al Diccionario bio-bibliográfico
de Caballero Venzalá, obra que iniciara este eclesiástico marteño
y que, por desgracia, nadie parece capaz de proseguir y concluir. En
ella aparece este andujareño que debió nacer en la segunda mitad
del siglo XIX y que falleció en San Sebastián en una fecha no
anterior a 1931, pues de este año es la última referencia que
tenemos de él vivo.
Hombre
volcado en su profesión, la enseñanza, impartió clases en varios
institutos y colegios del país. Hemos encontrado datos de su
quehacer docente en Almería, Madrid y ante todo, San Sebastián,
localidad en la que se asentó hasta el final de sus días. Al parecer, su especialidad fue la caligrafía,
llegando a ostentar cátedra de esta materia. En este sentido hay que
destacar su libro Caligrafía. Compendio de historia y
teoría de la escritura, que
logró alcanzar dos ediciones: 1925 y 1927.
Pero
su vocación le llevó también a investigar los vericuetos
pedagógicos de otras asignaturas. Fruto de ello son otras
publicaciones suyas: Nociones elementales de Aritmética
y Ejercicios elementales de dibujo lineal para uso de los
niños en las escuelas de primera enseñanza.
Este último aparece elogiado en la revista Blanco y Negro,
de fecha 30 de enero de 1897, donde se recoge esta opinión: “Folleto
tan útil como apropiado al público para el cual se ha escrito”.
Debió
ser persona también versada en cuestiones musicales, pues su opinión
se tiene en cuenta en algunas revistas de la época, como el artículo
que bajo el título “Influencia de la música en la educación”
apareció en el Boletín de la Real Academia de Bellas
Artes de San Fernando en 1918. .
En 1902 ya había publicado El
violín, apuntes históricos-físicos de este instrumento y
biografías de violinistas célebres.
En 1910 sale a la luz en su ciudad natal, en la imprenta de Agustín
Bellido: Estudio comparativo entre Wagner y Beethoven.
Sus
inquietudes también llamaron a la puerta del género dramático.
Hemos encontrado dos aportaciones salidas de su puño y letra: Los
ministros (en colaboración con
Enrique Oláiz) se define como “juguete cómico-lírico en un acto
dividido en tres cuadros”, al cual le pondrían música Félix M.
Gil y Luis Foglietti; este último uno de los grandes compositores de
zarzuelas del momento. Al parecer fue representada por la compañía
de Emilio Duval en 1904. Del mismo tenor escribió Las
credenciales, libreto
al que también puso música Foglietti. Desconocemos si esta útima
llegó a representarse. No obstante, Caballero indica que alguno de
estos trabajos fue estrenado en San Sebastián en 1926, en el teatro
del Hogar Andaluz.
Al
parecer fue caballero de la Orden civil de Alfonso XII, premiado en
exposiciones y certámenes con la medalla de oro y diplomas por
trabajos caligráficos y literarios, y fue académico correspondiente
de varias academias de letras y bellas artes.
Su
relación con Andújar queda patente en algunos artículos que dejó
en El Guadalquivir,
el longevo periódico andujareño de principios del siglo XX.
FUENTES:
CABALLERO
VENZALÁ, Manuel; Diccionario bio-bibliógrafico del Santo
Reino. Jaén, Diputación-IEG,
1989; tomo III.
MARTÍNEZ
ROMERO, Josefa; Instituciones culturales en el siglo XIX
almeriense. Almería,
Universidad-Instituto de estudios almerienses, 2001.
Revista
Blanco y Negro, 30 de
enero de 1997. www.abc.es
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