VENERABLE
FRAY ALONSO RUIZ NAVARRO
Ss.
XVI-XVII
Mártir franciscano
Como en más de una
ocasión he confesado, se me hace complicado tratar de resumir la
vida y obra de algunos de nuestros paisanos, ante el aluvión de
datos que uno encuentra en libros, prensa, testimonios personales o
Internet. En cambio, otras veces, sucede lo contrario: se aferra uno
a breves pinceladas de una vida que, ante la escasez de esos mismos
datos, se nos aparece como fugaz, cuando la historia nos oculta
sucesos y avatares que, seguro, fueron muy interesantes.
Pero la realidad es la
que es, y ante el biografiado de este mes sucede algo así:
básicamente lo que encontramos en todas las fuentes consultadas y
que se citan más abajo es la misma salmodia acerca de su ejemplar
martirio, siendo complicado arañar otros fragmentos del mosaico de
su vida, sin caer en la tentación de rellenar los huecos vacíos con
alguna invención novelesca.
Antiguo convento de San Francisco, en Granada (tomado de Wikipedia. Trabajo de Daderot). |
Por desconocer, hasta
desconocemos su fecha de nacimiento, aunque tomando como referencia
la de su muerte, tuvo que suceder, por fuerza, en el siglo XVI.
Sabemos, eso sí que sus padres eran Alonso Ruiz Navarro (o Manera,
según otros) y su madre, María de Lara (Navarro, según el padre
Vilches). También parece que profesó en el convento de San
Francisco de Granada y de ahí partió a Filipinas con ánimo, como
tantos otros servidores de Dios, de proclamar el Evangelio en
aquellas lejanas tierras.
Mausoleo dedicado a los mártires cristianos de Japón (Tomado de bbc.com/mundo/noticias. Getty Images) |
Pronto pasó a Japón,
meta para muchos religiosos entonces, a pesar de los riesgos que ello
conllevaba; aunque bien es verdad que cuando fray Alonso arribó a
Japón se había extendido el Cristianismo merced a su introducción,
sobre todo por jesuitas portugueses. La conversión a la nueva fe por
parte de los señores feudales se hacía con miras más económicas
que religiosas, pues de esta forma se creaban vínculos más
estrechos con el pujante comercio portugués en la zona de Nagasaki.
Fumie con la cara de Cristo desgastada al ser pisoteada una y otra vez (Tomado de bbc.com/mundo/noticias Getty Images). |
No obstante, la rápida
proliferación de conversiones (unas 500.000 en la zona antes citada
a finales del XVI), hizo que las autoridades intentaran frenar el
avance del Cristianismo. Ya en esa época hay testimonios de
persecuciones y el martirio de veintiséis misioneros en el mismo
Nagasaki. En estos años, el padre Alonso tendría que enfrentarse
con un ambiente de animadversión que iba in crescendo, y que
alcanzó uno de sus puntos álgidos en 1614 con la prohibición del
culto cristiano y la expulsión de los religiosos que, de diferentes
nacionalidades y órdenes, habían llegado a Japón en las décadas
precedentes. Además, frente a la prudencia de los jesuitas, los
franciscanos no dudaban en proclamar el Evangelio sin ocultarse. Y
así, el andujareño seguiría con su misión, incluso cuando se
extendió la práctica del fumie que se instaura a partir de 1620. El
fumie era una imagen de Cristo o de la Virgen que debía ser pisada
públicamente para dejar patente que no se tenía relación alguna
con el Cristianismo. Quien no lo hiciera, podía ser condenado a
muerte, como ocurrió con unas dos mil personas. Una de ellas sería
nuestro fraile franciscano, quien fue ajusticiado tras treinta y seis
años de predicación, un 13 de febrero de 1633. Todos sus
hagiógrafos coinciden en que, a pesar de ser decapitado, estuvo
predicando veinticuatro horas más.
"Mártires franciscanos en Japón", cuadro de Juan Carreño que se puede contemplar en el Museo de Santa Cruz de Toledo (Tomado de: www.meisterdrucke.es) |
Fuera de este exiguo
ramillete de datos quedan sus primeros años en Andújar, sus
correrías adolescentes, la llamada de la vocación, las vicisitudes
y triunfos, las penas y alegrías de una vida oculta entre los
pliegues del pasado que hoy hemos querido rescatar aquí.
FUENTES:
ÁLVAREZ, P. José;
Índice General del diario histórico, político-canónico y moral.
Madrid, Thomas Rodríguez, 1734.
ESPINALT GARCÍA,
Bernardo de; Atlante Español. Tomo XII. Parte 2 (Córdoba-Jaén).
Madrid, Imprenta de González, 1787; págs. 237-238.
GUTIÉRREZ CARRERAS,
Pilar; “Los primeros mártires de Japón. Nagasaki, 1597”
(Conferencia pronunciada en la Hospedería de la Santa Cruz del Valle
de los Caídos, 16.02.2014).
http://www.valledeloscaidos.es/files/martires-del-japon.pdf
SICARDO, José;
Cristiandad del Japón y dilatada persecución que padeció...
Madrid, Francisco Sanz, 1698.
TERRONES ROBLES, Antonio;
Vida, martirio, traslación y milagros de San Eufrasio... Granada,
1657. Edición facsímil: Jaén, Diputación provincial, 1996.
TORRES LAGUNA, Carlos de;
Andújar cristiana. Andújar, La Puritana, 1956.
VÍLCHES, Francisco de;
Santos y santuarios del Obispado de Jaén y Baeza; Madrid,
1550. pp. 232-235.
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