ANTONIO
GONZÁLEZ OREA
(1925
– 2004)
Escultor,
pintor.
Resulta
muy difícil condensar en unos pocos párrafos la obra y la
proyección humana de uno de nuestros grandes artistas. La frialdad
de los datos poco tienen que ver con el espíritu cálido de la
persona que intentan dibujar. Lo intentaremos.
Seguimos,
ante todo, la biografía que publicara Enrique Gómez Martínez sobre
nuestro paisano, fruto de unas charlas con el escultor en su
casa-estudio de la Silera, abandonada hoy como tantas cosas que están
relacionadas con la cultura en Andújar. Ahí se nos descubre a
Antonio rememorando aquella formación inicial suya en la escuela
nacional de José Alcalde o cursando el bachillerato en Puerta
Madrid, amén de recibir clases particulares de Arias Abad. A los
dieciocho consiguió un trabajo en el ayuntamiento, en el negociado
de abastos. Tras la guerra civil, obtuvo su primer premio artístico:
el de la obra sindical de artesanía de Jaén por una escultura de
María Magdalena. Gracián Quijano, la afamada escritora andujareña,
lo anima a que se dedique al mundo del arte. Consiguió una beca del
ayuntamiento para poder matricularse en la Escuela Superior de Bellas
Artes de San Fernando (Madrid) en el año 1946. En 1951 obtuvo el
primer galardón de la Fundación Carmen del Río, de la Academia de
Bellas Artes. Este es el momento en que empieza a codearse con el
mundillo artístico de la capital de España y a conocer a gente de
alcurnia que valora su obra, apoyado siempre tanto económica como
anímicamente por Gracián Quijano, o lo que es lo mismo, Paca
Tejada.
San Francisco de Asís, en el colegio de franciscanas de Andújar (tomado del libro de Enrique Gómez) |
De
regreso a Andújar, es contratado para enseñar dibujo y modelado en
la SA.FA. Allí permanecerá veintidós años, y entre sus muros será
el mentor de grandes artistas como Rodolfo Conesa, Miguel Fuentes del Olmo, Claviejo, Miguel Varela, etc. De su estudio en la fundación
jesuítica saldrán obras tan emblemáticas en la producción de Orea
como la Virgen del Silencio (o de la Paz) del santuario de la Virgen
de la Cabeza, el monumento al capitán Cortés para Valdepeñas de
Jaén, las esculturas para el noviciado de los jesuitas en la sierra
de Córdoba (y, sobre todo, la que es una de sus obras más
significativas: la Inmaculada “del silencio”), San Eufrasio y
Máter de la Iglesia para la parroquia de San Miguel de Andújar, o
la corona de la recoronación de la Virgen de la Cabeza en 1960.
Número extraordinario de la revista de la Guardia Civil, dedicado a la inauguración del monumento del santuario. |
Él
mismo reconoce, en palabras de Gómez Martínez, que su creatividad
disminuyó cuando abandonó las escuelas profesionales y se instaló
en el taller de la calle Silera, de donde saldrán, no obstante,
notables obras de arte. Son los años setenta y un norteamericano lo
tienta para viajar a Hollywood y diseñar decorados, oferta que
rechaza. Al principio de esa década obtiene el primer premio
nacional de bellas artes decorativas y la medalla en la exposición
nacional de bellas artes. En 1980 se embarca en el proyecto de la
Universidad Popular de Andújar y es coordinador de los talleres de
esmalte, dibujo, talla y repujado de metales. Cinco años más tarde
convalidó sus estudios por la licenciatura de Bellas Artes y entra a
formar parte del claustro de la facultad granadina de Bellas Artes.
En 1987 consiguió el doctorado por la Complutense, tras defender una
tesis centrada en su propia obra. En 1989 es nombrado catedrático
honorario de universidad, y en 1990 debe jubilarse forzosamente, muy
a su pesar.
Monumento a la batalla de las Navas de Tolosa, en La Carolina (tomado del libro de Gómez Martínez). |
De
nuevo, vuelta a Andújar; aunque en este caso, su espíritu se ha
visto contrariado por tener que dejar su cátedra. En estos años,
hay que destacar su nombramiento el 28 de febrero de 1993 como hijo
predilecto de la ciudad. Es una oportunidad que aprovecha el
ayuntamiento para organizarle un homenaje, que consiste en una mesa
redonda sobre su trayectoria artística y una exposición colectiva,
donde se pueden admirar tanto obras suyas como la de algunos de sus
discípulos. Por estas fechas es nombrado académico correspondiente
de la Real Academia de Santa Isabel de Hungría, de Sevilla. En 1999
se crea el Museo de Artes Plásticas Antonio González Orea, en la
capilla de lo que fuera convento de Capuchinas. A partir de 1994 se
celebrará una bienal de escultura que llevará su nombre. En 2002 se
rotula una calle de Andújar en una nueva muestra de homenaje, aunque
quizás lo oculto de la vía urbana no se corresponde con la
categoría del homenajeado. Una de sus últimas obras para Andújar
fue el monumento a Espinosa de los Monteros, en plena plaza de la
Constitución (2003). En Andújar, además, tenemos su Santiago
Apóstol en la parroquia de La Lagunilla, San Eufrasio en las Viñas
de Peñallana, las esculturas de Marcos Criado tanto para la ermita
de la Virgen de la Cabeza como para el altozano que lleva el nombre
del mártir trinitario, el diseño de la capilla del colegio de
franciscanas, la capilla del sagrario para la Divina Pastora (y la
escultura que preside el presbiterio de ese mismo templo), el
crucificado del altar mayor de San Bartolomé, los relieves para el
nuevo rosario monumental del santuario y la figura central del
monumento de la Constitución (que, por cierto, necesitaría de
cierto adecentamiento y mejor iluminación), Cristo central del mural de Cristo Rey, pastor Juan de Rivas en el santuario...
Cartel para la fiesta de espigas y bodas de diamante de la Adoración Nocturna de Andújar, en 1961. |
Quizás
la obra más famosa de Orea sea la que conmemora la victoria
cristiana en las Navas de Tolosa y que podemos admirar en la vecina
localidad de La Carolina. Junto a esta amplia nómina escultórica,
cuya extensión sería imposible abarcar en el espacio de las
entradas de este blog, hay que citar la vertiente pictórica de don
Antonio, y muy especialmente los carteles que diseñó con motivo,
por ejemplo, del Año Santo Mariano 1959-1960, la fiesta de las
espigas de 1961, el IV centenario de la traída de la reliquia de San
Eufrasio a Andújar (1996-97) y la Romería de 1995. En pintura mural
tenemos dos importantes ejemplos: uno en el colegio Infanta María
Teresa de Madrid, de huérfanos de la Guardia Civil, y otro en la
capilla del poblado de San José de Escobar.
Interior del museo González Orea, en Andujar (www.jaenparaisointerior.es) |
Su
obra se puede admirar, además, en multitud de templos (como en la
capilla mayor de la SA.FA. De Úbeda), museos como el Reina Sofía y
el de Arte contemporáneo de Madrid (en el extranjero: en Milán,
Roma, Bruselas, etc.), y varias colecciones particulares.
Nacido
en Andújar un 5 de agosto de 1925, vino la muerte a visitarlo el
Jueves Santo del año 2004, día señalado para alguien que vertió
en sus obras un caudal tan amplio de espiritualidad que hoy día
sigue admirando y sobrecogiendo.
FUENTES:
GÓMEZ
MARTÍNEZ, Enrique; Biografía de Antonio González Orea,
escultor. Andújar, Ayuntamiento, 2003.
MESA
RUEDA, Fernando; Carteles de la romería de la Virgen de la
Cabeza. Jaén, Caja Rural, 1989.
VARIOS,
Jaén. Sevilla, Gelver, 1986. Tomo I, pág. 330.
YBARRA
LARA, Alfredo; “Galería de personajes. Antonio González Orea”,
El Nuevo Guadalquivir, 2, (mayo 1992), 13.
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