FRANCISCO
VERDEJO
(S. XVI)
Cantero y tallista.
Tras
los nombres deslumbrantes de los grandes artistas, siempre (o casi
siempre) quedan ocultos los de aquellos que en un segundo plano
contribuyeron a que una obra de arte se llegara a completar:
aprendices de afamados pintores y escultores que auxiliaban a sus
maestros en el taller; albañiles y canteros que convertían en
realidad el sueño plasmado en papel por el arquitecto; humildes
costureras manejando con soltura la aguja bajo la mirada atenta del
bordador; muchachillos divirtiéndose pisando el barro para extraer
de ahí la pella a la que dará forma el alfarero...
Gracias
a la labor de algunos investigadores podemos rescatar del olvido a
personajes como el que hoy nos ocupa. Francisco Verdejo, al parecer
natural de Andújar, vivió en la segunda mitad del siglo XVI sin que
conozcamos de él más allá de cuatro o cinco datos biográficos,
merced al incansable trabajo de José Domínguez Cubero. Su nombre
puede ocupar un lugar en este mosaico andujeño que mes a mes vamos
trazando con más buena intención que acierto pleno.
Puerta norte de Santa María La Mayor, en la cual trabajó nuestro artista. |
Fue
cantero y tallista, o lo que es lo mismo, trató de emplear su
talento tanto para cincelar la piedra como para trabajar la madera.
Según opinión del ilustre investigador, no podemos considerarlo
como artista de primera fila, pero sí como aplicado artesano. No
obstante, alcanzó cierta notoriedad entre los de su oficio y pudo
transmitir su saber a aprendices como a un tal Juan Polo, allá por
el año 1579.
Antes
de esa fecha, la primera noticia que tenemos de él, es el haber
trabajado en el retablo de la capilla mayor del santuario, en 1554.
Los libros de cuentas de la cofradía de la Virgen de la Cabeza de
Andújar recogen cómo, en cabildo celebrado el 8 de mayo de 1553,
los cofrades deciden sustituir el antiguo retablo gótico por otro de
traza más ajustada a los tiempos que corrían. Al parecer, ese
retablo pasó a la casa-hospital de Andújar, ambos edificios
propiedad de la cofradía.
Detalle de la puerta norte de Santa María (la foto pertenece al artículo de Domínguez Cubero, publicado en el BIEG en 2002). |
Según
opinión de Domínguez Cubero, se trataba de un proyecto donde
primaba lo pictórico, de tal manera que se encarga la confección de
los lienzos al pintor jienense Antonio Sánchez, que todo hay que
decirlo, es quien se va a llevar la parte más importante de la
cantidad asignada por la cofradía a la hechura del retablo. Sobre el
19-20 de diciembre de 1554 se hallaba ya casi terminado. No obstante,
fue efímera esta obra, ya que en 1611 la cofradía sustituye este
por el de Sebastián de Solís, y tal como ocurrió con el gótico,
el de Sánchez y Verdejo a buen seguro pasaría a la ermita de la
calle Ollerías.
La
otra noticia que tenemos de Francisco Verdejo nos lo coloca en la
iglesia de Santa María, como tallista de la portada norte, en 1572,
bajo la dirección de Antonio de Tomar; en concreto, ocupándose de
capiteles y basas. Por cierto, esta es la única obra suya que ha
resistido el paso del tiempo. A la vez, según recogen los libros de
fábrica de la parroquia, se ocupaba de labrar el mobiliario de la
sacristía.
Sacristía de Santa María, en la actualidad. |
Por
último, hay una referencia de 1580 por la cual se le encarga tasar
el retablo mayor de Santiago, cuya imaginería fue encargada a
Salvador de Cuéllar, lo que indica que había alcanzado cierto
renombre al menos en su tierra.
FUENTES:
DOMÍNGUEZ
CUBERO, José; “La iglesia de Santa María La Mayor de Andújar a
través de sus libros de fábrica”, Actas de la III asamblea de
estudios marianos (Andújar, 10-12 de octubre de 1986). Córdoba,
El Almendro, 1987; págs. 117-125.
DOMÍNGUEZ
CUBERO, José; “Andújar, un foco de estética renacentista en el
Reino de Jaén”, BIEG, 182 (jul.-dic. 2002), 9-42.
DOMÍNGUEZ
CUBERO, José; “Retablos mayores en el santuario de la Virgen de la
Cabeza”, BIEG, 202 (jul.-dic. 2010), 255-275.
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