FRAY DIEGO VERDEJO
(? - 1584)
Mártir mínimo
A
veces los nombres de los que nos antecedieron tan solo dejan tras de
sí una leve estela, con ecos que se repiten de tanto en tanto y que
tampoco sabemos si responden a la verdad histórica o no. Es el caso
de este fraile de la orden de San Francisco de Paula, que murió en
1584 martirizado. El padre Lucas de Montoya se refiere a él en su
crónica de la Orden Mínima, publicada en 1619. Afirma que es
español, pero no aporta más datos acerca de su patria chica,
aunque, eso sí, apunta a que es de origen andaluz. Le da título de
beato aunque no hay que tomarlo en sentido estricto. De hecho, su
nombre no figura en la relación de miembros de la congregación
franciscana mínima que han recibido ese reconocimiento. No obstante,
da el dato interesante de que se le rinde culto “desde antiguo”
en el convento de la Estela, en Nápoles, donde existe su efigie
pintada.
Fachada de la iglesia della Stella, en Nápoles (www.estudiosminimos.eu). |
Sin
mover una coma, tal cual lo plasma Francisco de Vilches en su
compendio de santos jienenses (1653), aunque asegura que, sin duda
alguna, era natural de Andújar. Ni que decir tiene que nuestro
Terrones, aprovecha esta asignación del presunto mártir y beato
para aumentar el censo de varones ilustres por su celo religioso en
su imprescindible obra sobre San Eufrasio y Andújar, que verá la
luz cuatro años después del libro del Vilches.
Nada
más tenemos que aportar. No hay datos que corroboren lo que dicen
estos tres autores. Figura la entrada de este posible paisano
andujareño en la web de la Orden Mínima, aunque nadie hasta ahora
ha tratado de completar con elementos fiables la biografía de este
fraile. Como otras veces hemos hecho, podemos fantasear (que nos
perdonen los historiadores) con un joven Diego, embebido por la
leyenda de San Francisco, cruzando sobre su manto el estrecho de
Mesina, deseando seguir la estela de quien sembró en Andújar tan
fértil semilla, al crearse a finales del siglo XV dos cenobios
dedicados a la vida contemplativa, siendo el de mujeres el primero
creado en el mundo. También podemos hacer volar la imaginación y
ver al joven Diego entrando por vez primera en el convento que la
Orden tenía en ese emblemático camino hacia el santuario de la
Cabeza. Oraría su preces oyendo el discurrir del Tamujoso,
remansándose antes de llegar a la llanura del fértil valle.
Escucharía en la soledad de su celda el discurrir de los romeros
camino del encuentro con la Virgen que era venerada muchas leguas
arriba. Tendría, por último, el deseo de llevar la palabra de Dios
a tierras lejanas, donde hallaría el martirio.
Uno de los pocos vestigios del convento de Mínimos en Andújar, que aporta Jesús Palomino en su libro sobre las ermitas, capillas y oratorios que existieron en la ciudad (op. cit., pág. 227) |
¿Y
en qué cruenta lucha entre la cruz y otras dialécticas tendría fin
su vida? Quién sabe si en las cercanas Alpujarras, aunque la
rebelión de los moriscos, que tanta sangre derramó, se produce
sobre 1568. O tal vez en el más lejano Japón, aunque el inicio de
las hostilidades entre los señores feudales y los cristianos acaecen
a partir de 1587. En un caso y en otro, fechas que no coinciden con
las de su fallecimiento, si es que hay que dar crédito a ese año
como el de de su muerte.
En
cuanto al cenobio citado por el padre Montoya, poco queda ya de su
antigua fundación, ocurrida en 1571, ya que sufrió los bombardeos
de la Segunda Guerra Mundial y hoy la iglesia y convento de Santa
María de la Estrella, están muy transformados.
Como
dato curioso, nos informa Jesús Palomino que en el nuevo convento de
Mínimos de Andújar, en la actual calle Jesús María, y adonde se
trasladaron en la segunda mitad del siglo XVII, existía una capilla
de los Santos Mártires, con restos que trajo el padre Francisco
Navarro de Roma, en 1667. ¿Estaría entre esas reliquias las de
nuestro casi desconocido Diego Verdejo? A veces, cuando la historia
no basta (nueva disculpa de mis amigos historiadores), es bueno
fantasear aunque solo sea un poquito.
FUENTES:
MONTOYA, Padre Lucas de;
Crónica general de la Orden de los Mínimos de San Francisco de
Paula (1619).
PALOMINO LEÓN, Jesús
Ángel; Ermitas, capillas y oratorios de Andújar y su término.
Jáen, Diputación provincial, 2003.
TERRONES ROBLES, Antonio;
Vida, martirio, translación y milagros de San Eufrasio Obispo y
Patrón de Andújar. Edición facsímil: Jaén, diputación
provincial, 1996.
VILCHES, Padre Francisco
de; Santos y santuarios del Obispado de Jaén y Baeza (1653).
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