martes, 19 de noviembre de 2013

CONCEPCIÓN MÁRMOL TRIGO

(1874 – 1962)








Benefactora social, escritora.

No podía terminar este 2013 sin que me hiciera eco en el blog del cincuentenario de la creación del colegio La Salle de Andújar, sobre todo después de que el pasado sábado 16 los antiguos alumnos de varias promociones nos diéramos cita de nuevo al amparo de aquellos muros que nos vieron crecer en sabiduría. Desde 1963, más de cuatro mil alumnos y alumnas han pasado por sus aulas, correteado por el patio y asistido a funciones religiosas en la capilla de la Inmaculada. Pero todo esto no hubiera existido de no haber sido por la munificencia de las hermanas Carmen y Concha Mármol. Herederas de la fortuna de la marquesa de Santa Rita y condesa de Gracia Real, doña María Agustina Pérez de Vargas y Pérez de Vargas, destinaron gran parte de ese legado para que se constituyese el patronato “Inmaculada Concepción”, germen del actual colegio que fue regido desde el principio por los Hermanos de las Escuelas Cristianas. 

Fachada de la capilla Inmaculada Concepción
(www.retabloceramico.com)

Nadie mejor que Francisco Fuentes Chamocho (don Francisco, para aquellos que recibimos su magisterio en primero de la antigua E.G.B.) para que nos guíe por la vida y obra de Concha Mármol. Nos contaba mi antiguo maestro de formación básica en el libro que conmemoraba el veinticinco aniversario de esta institución que nuestra biografiada vino al mundo en el seno de una familia humilde. Entró a servir en casa de la marquesa como costurera. Contrajo matrimonio con Antonio Vallejo Garrote, y que no tendría descendencia. Durante el periodo anterior a la conflagración bélica, la figura de Concha Mármol nos evoca aquellos años donde la religiosidad no siempre se engarzaba con el ambiente de penuria social y reivindicaciones laborales. Al amparo de su señora, Concha vería cómo esta erigiría la nueva capilla de la Virgen de la Cabeza y cómo se convertirían en puntales básicos de la vida religiosa en la ciudad. Colaboró Concha hondamente en la preparación de los fastos del VII centenario de la aparición de la Virgen de la Cabeza, sobre todo desde la revista Mirando al santuario que desde 1922 hasta 1935 serviría de canal de comunicación de todo aquello que en materia eclesiástica se promoviera en Andújar. Las crónicas de aquellas gozosas jornadas fueron recopiladas después en álbumes que costeó la propia condesa de Gracia Real.

Concha Mármol en su juventud
(foto cedida por Ana Vallejo para el libro
conmemorativo del 25º aniversario)

Pero siguiendo el ejemplo de doña Agustina, quien a su muerte (también sin descendientes) legó todo su inmenso patrimonio tanto a sus damas de compañía como a la creación de instituciones de carácter benéfico-social, Carmen y Concha siempre desearon que parte de esa herencia se empleara en la enseñanza de niños pobres de su ciudad. Por desgracia ninguna de las dos vio cumplido ese objetivo, aunque a punto estuvo de alcanzarlo en vida Concha quien falleció un 27 de diciembre de 1962, meses antes de que las obras del colegio estuvieran concluidas y se impartieran las primeras clases.

Primera promoción de alumnos de La Salle de Andújar (1963)
(publicada en el libro del XXV aniversario)

El amor hacia la Virgen de la Cabeza quedó patente en la revista ya mencionada y en cómo colaboró tras la guerra en la reconstrucción del santuario, en especial donando parte de los retablos que hoy podemos seguir admirando: Sagrado Corazón, San Antonio de Padua, Santísima Trinidad, etc. Pero su contribución más destacada fue la del templete para la procesión de abril (1957) y la restauración de la jaula procesional del siglo XVI (1960). Ya antes de la guerra tanto ella como su hermana Carmen habían sufragado uno de los misterios del Rosario Monumental. La Cofradía Matriz la nombró camarera perpetua.

No solo realizó aportaciones económicas al santuario de Sierra Morena, sino que también fue la donante del retablo que tallara Palma Burgos para la capilla mayor de San Miguel (1948) y del Cristo de la Columna de San Bartolomé, uno de los titulares de la cofradía de la Veracruz.

También se habla de su afición a la pintura y de que algunos lienzos fueron donados al santuario para ser colocados en los arcos laterales de la iglesia. Se comenta que en este campo artístico recibía el sabio consejo del maestro Herrera. Incluso en la revista Don Lope de Sosa se destaca que un cuadro suyo, representado a la Divina Pastora, se expuso en el pabellón de Jaén de la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929.

Más conocida es su faceta como escritora, tanto en prensa (artículos como “La mujer social”, “Páginas escogidas” o “La bella Iliturgi, cuna de santos”) como en la publicación de relatos: La huerfanita Norberta (1924), La cabaña y el zagal (1927), La imagen soñada (1929), , El hogar clásico, El niño perdido, Por esos mundos, Mujeres de antaño, etc.

Portada de una de sus novelas
Firma autógrafa de Concha Mármol

Su entrega a la causa religiosa y también social fue recompensada, de alguna forma, al dedicarle su pueblo una calle en el año 1989. A ese reconocimiento se sumó no hace mucho la rotulación de otra vía urbana con el nombre de “Hermanos de La Salle”.

Lápida conmemorativa del XXV aniversario de la creación del colegio

Sirva esta humilde aportación como agradecimiento por los años que pasé en ese colegio y de todo aquello que me aportaron sus maestros, a los que recuerdo con nostalgia y cariño.


FUENTES:

FUENTES CHAMOCHO, Francisco; Colegio Inmaculada Concepción “La Salle” Andújar (Jaén). XXV años de historia. Andújar, comunidad educativa “La Salle”, 1989.

Revista Don Lope de Sosa: 1928, pág. 191; 1929, pág. 159 y 328-335.