martes, 29 de enero de 2019

ALFONSO DELGADO CASTILLA
(S. XIX – S. XX)



Profesor, poeta y dramaturgo


De nuevo es obligado recurrir al Diccionario bio-bibliográfico de Caballero Venzalá, obra que iniciara este eclesiástico marteño y que, por desgracia, nadie parece capaz de proseguir y concluir. En ella aparece este andujareño que debió nacer en la segunda mitad del siglo XIX y que falleció en San Sebastián en una fecha no anterior a 1931, pues de este año es la última referencia que tenemos de él vivo.

Hombre volcado en su profesión, la enseñanza, impartió clases en varios institutos y colegios del país. Hemos encontrado datos de su quehacer docente en Almería, Madrid y ante todo, San Sebastián, localidad en la que se asentó hasta el final de sus días. Al parecer, su especialidad fue la caligrafía, llegando a ostentar cátedra de esta materia. En este sentido hay que destacar su libro Caligrafía. Compendio de historia y teoría de la escritura, que logró alcanzar dos ediciones: 1925 y 1927.



Pero su vocación le llevó también a investigar los vericuetos pedagógicos de otras asignaturas. Fruto de ello son otras publicaciones suyas: Nociones elementales de Aritmética y Ejercicios elementales de dibujo lineal para uso de los niños en las escuelas de primera enseñanza. Este último aparece elogiado en la revista Blanco y Negro, de fecha 30 de enero de 1897, donde se recoge esta opinión: “Folleto tan útil como apropiado al público para el cual se ha escrito”.

Debió ser persona también versada en cuestiones musicales, pues su opinión se tiene en cuenta en algunas revistas de la época, como el artículo que bajo el título “Influencia de la música en la educación” apareció en el Boletín de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1918. . En 1902 ya había publicado El violín, apuntes históricos-físicos de este instrumento y biografías de violinistas célebres. En 1910 sale a la luz en su ciudad natal, en la imprenta de Agustín Bellido: Estudio comparativo entre Wagner y Beethoven.



Sus inquietudes también llamaron a la puerta del género dramático. Hemos encontrado dos aportaciones salidas de su puño y letra: Los ministros (en colaboración con Enrique Oláiz) se define como “juguete cómico-lírico en un acto dividido en tres cuadros”, al cual le pondrían música Félix M. Gil y Luis Foglietti; este último uno de los grandes compositores de zarzuelas del momento. Al parecer fue representada por la compañía de Emilio Duval en 1904. Del mismo tenor escribió Las credenciales, libreto al que también puso música Foglietti. Desconocemos si esta útima llegó a representarse. No obstante, Caballero indica que alguno de estos trabajos fue estrenado en San Sebastián en 1926, en el teatro del Hogar Andaluz.



Al parecer fue caballero de la Orden civil de Alfonso XII, premiado en exposiciones y certámenes con la medalla de oro y diplomas por trabajos caligráficos y literarios, y fue académico correspondiente de varias academias de letras y bellas artes.

Su relación con Andújar queda patente en algunos artículos que dejó en El Guadalquivir, el longevo periódico andujareño de principios del siglo XX.


FUENTES:

CABALLERO VENZALÁ, Manuel; Diccionario bio-bibliógrafico del Santo Reino. Jaén, Diputación-IEG, 1989; tomo III.

MARTÍNEZ ROMERO, Josefa; Instituciones culturales en el siglo XIX almeriense. Almería, Universidad-Instituto de estudios almerienses, 2001.

Revista Blanco y Negro, 30 de enero de 1997. www.abc.es