sábado, 27 de enero de 2018

RAFAEL DE VALENZUELA 
Y SÁNCHEZ-MUÑOZ
(1857 - ?)

(Tomado de Poetas y poesía, de Alfredo Cazabán, 1911)


Escritor

Hablar del apellido Valenzuela en Andújar es volver la vista hacia un pasado de casas blasonadas y aceros puestos al servicio de empresas aparentemente imposibles. Arranca, al parecer, este patronímico, de la conquista que hizo un antepasado de la villa cordobesa de Valenzuela, cuya hazaña dio inicio a una larga lista de hombres de acción, gentes acostumbradas a batallar tanto en nuestra piel de toro como en tierras de ultramar.

Tiempo habrá de recordar a otros Valenzuelas, sahumados con la pólvora del Imperio. Hoy toca hablar de este abogado y literato que nació en Andújar el 29 de noviembre de 1857. Palau indica su nacimiento siete años después y su fallecimiento en 1909, pero yerra en ambas fechas, pues confunde a Rafael con Ramón, a quien ya recordamos en este blog. Tendremos también un espacio para el infortunado héroe de la guerra de África, Rafael de Valenzuela y Urzáiz, hijo de nuestro biografiado, y de cuna zaragozana, ya que su padre se instaló en la capital aragonesa para desarrollar allí el ejercicio de la abogacía. ¿Desde qué fecha? No podemos indicarlo con exactitud. Eso sí, en 1911 Alfredo Cazabán asegura que vive aún en Andújar y en 1914 en Madrid, aunque algunas de sus obras aparecen publicadas en Zaragoza en fechas anteriores a estas y allí nacen sus hijos mayores, aunque la tercera (Pilar) es natural de Andújar y nació en 1887.

Retrato de un joven Rafael de
Valenzuela (www.geneallnet.org)


Fue hijo de José María de Valenzuela y de Adelaida Sánchez-Muñoz Baciero, y casó con Joaquina Urzáiz Cavero, de cuyo matrimonio nacieron siete hijos.

La obra literaria de Rafael de Valenzuela bebe de la tradición lírica española, pero en narrativa se mueve dentro de la influencia modernista. Habría que destacar la novela El verdadero amor (1915), de cierto interés por desarrollarse su acción en Andújar. Otro de sus títulos es El tesoro de Lecumberri (1921).

En poesía, hemos encontrado dos libros: Sinceridad (1912) y Sendas de luz (1914). En este último poemario, encontramos una poesía dedicada a la patrona de Andújar que comienza así:

Decirte quiero, Virgen del alma,
decirte anhelo, Madre querida,
que lo que adoro más en la vida
es consagrarte mi devoción.
Eres la reina de mis amores
y ahora, lo mismo que siendo niño,
arde en la llama de tu cariño
mi corazón.

El apego a la tierra que lo vio nacer va ser una constante en el devenir literario de nuestro personaje. Ya se halle viviendo en la capital de España o siente sus reales a orillas del Ebro, Rafael va a mantener un contacto pleno con Andújar. Son innumerables, por ejemplo, sus colaboraciones con el semanario local El Guadalquivir y va a colaborar activamente en el álbum que conmemorará el séptimo centenario de la aparición de la Virgen de la Cabeza. A Ella dedicará, además, la conocida canción “Al cerro subimos”. También fue un asiduo en las páginas de la revista Mirando al santuario, cuyos artículos recopilará él mismo en una publicación. Para terminar, no se nos puede olvidar que su amor hacia la Morenita quedó plasmado en uno de los sonetos del rosario monumental ideado por Alcalá Venceslada, en concreto el primer misterio de los gozosos.

Colaboración del autor en el proyecto del rosario monumental.


Otras obras suyas se adentran en terrenos diversos: Discurso leído en la juventud católica de Zaragoza resumiento el debate habido sobre las doctrinas de Charles Darwin (1881); Conceptos de arte. La Torre-Nueva de Zaragoza (1891); Apuntes biográficos del barón de la Linde (1893); prólogo a Mujeres célebres aragonesas (1884), de Melchor Poza Rodríguez...

(www.todocoleccion.net)


En una de las páginas introductorias de la novela El verdadero amor localizamos otras obras como: Los principios sociales (folleto), Progreso iliturgitano (folleto), La caserilla de los Tamujares (novela corta), En la dehesa del puerto (novela corta), Poesías y artículos críticos y Del uno al otro extremo (novela).

(www.todocoleccion.net)


Terminamos dejando constancia del amor a la ciudad que lo vio nacer, con estos versos dedicados a ella, que abren El verdadero amor:

A ti, gentil ciudad, donde he nacido,
do corrieron mis años, los mejores,
entre el aroma de tus gayas flores
y de béticas ondas el sonido;

A ti, gentil ciudad, el arca, el nido
que encierran mis dulcísimos amores,
A ti mi libro va; que tus loores.
Nobles y justos, su razón han sido.

Estrechísimo amor a ti me liga;
como el de hijo a madre así me obliga...
Te consagro mi pecho y mi cabeza.

Pobres, sí, pobres son; mas ¡cuán sencillo
decir al mundo la arrogancia, el brillo
que esmaltan tu hermosura y tu grandeza!



FUENTES:

CAZABÁN, Poetas y poesía. Jaén, Unión tipográfica, 1911; págs. 201-203.

PALAU I DULCET, Antoni; Manual del librero hispanoamericano. Barcelona, Palau, 1948.

UTRERA CARDEÑAS, Pablo; “Ensayo bio-bibliográfico sobre poesía y poetas andujareños”. In Historia de Andújar. Andújar, Ayuntamiento, 2009. Tomo II.

VALENZUELA SÁNCHEZ-MUÑOZ, Rafael; El verdadero amor. Novela. Madrid, Renacimiento, 1915.

VALENZUELA SÁNCHEZ-MUÑOZ, Rafael; Sendas de luz. Poesías. Zaragoza, Imprenta del hospicio, 1913.

Revista Don Lope de Sosa.

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