viernes, 23 de marzo de 2018

COFRADÍA DE LOS DOLORES DEL CARMEN Y VENERABLE E ILUSTRE HERMANDAD DE NUESTRO PADRE JESÚS DE LA PACIENCIA, NUESTRO SEÑOR DE LA PAZ EN SU ENTRADA TRIUNFAL EN JERUSALÉN, MARÍA SANTÍSIMA DEL ROSARIO EN SUS MISTERIOS DOLOROSOS Y NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN



Al conmemorarse este año el tercer centenario del origen de la señera cofradía andujareña con residencia canónica en Santa María La Mayor, queremos que el espacio que habitualmente ocupa algún personaje relacionado con la inminente Semana Santa, sea para la corporación carmelitana, homenajeando así a todos los hombres y mujeres que a lo largo de su dilatada historia y, a veces, en momentos de grandes zozobras, han trabajado para que esta hermandad siguiera su andadura.

Antigua imagen de Ntra. Sra. de los
Dolores (Fototeca Univ. de Sevilla).


El 11 de junio de 1718 el provincial de los carmelitas otorga carta de fundación para que un grupo de fieles puedan realizar culto público a la imagen de Nuestra Señora de los Dolores que ya gozaba de gran devoción en la localidad. Un año después se constituye definitivamente la cofradía que, a lo largo de los años siguientes, va a incorporar distintas escuadras (hermandades que se adhieren a la principal: la de los Dolores) y cuyo cortejo procesional va a pasar del Martes Santo los primeros años al definitivo Miércoles Santo. Algunas de esas escuadras serán: la Cena (de efímera vida, al parecer), Jesús Preso, la Entrada en Jerusalén, Jesús Caído (que hay quien identifica con la advocación del Señor de las Misericordias), Nuestro Padre Jesús de la Paciencia, el Niño Jesús de los Dolores, San Juan, San Pedro y San Elías.

Antigua imagen de Ntro. Padre Jesús de la
Paciencia (años veinte).


Los estragos causados por los franceses y la posterior desamortización de Mendizábal obligan a la cofradía a buscar refugio entre los muros de la cercana iglesia de Santa María. Es aún una incógnita su devenir a lo largo de esta dilatada centuria. Sabemos que a finales de siglo existe aún la denominada Hermandad de la Virgen de los Dolores y que en los inicios del siglo XX procesionaba en la tarde-noche del Miércoles Santo acompañada por el Señor de la Paciencia y Jesús Caído, las únicas antiguas escuadras que habían resistido el paso de los años. La imagen de la Borriquita tan solo lo hacía algunos años, en la mañana del Domingo de Ramos.

La procesión del Señor de la Paciencia en los años cincuenta
(boletín de la hermandad).


La guerra civil del 36 deja a la cofradía sin sus titulares y enseres. La munificiencia del Conde de La Quintería, Rafael Pérez de Vargas hace que se recupere la advocación del Cristo de la Paciencia, cuya imagen tallará Amadeo Ruiz Olmos en 1940, procesionando por vez primera al año siguiente. Al desaparecer el conde, los hermanos deberán afrontar tiempos duros a lo largo de la década de los sesenta. En los años ochenta se incorpora a la cofradía la imagen de Nuestra Señora del Rosario, obra de Antonio Castillo Lastrucci, y que fue donada por el hermano Antonio Cáceres Barea. La hermandad se engrandecerá todavía más con la recuperación de otro antiguo titular: el Señor de la Paz, conocido popularmente como el Señor de la borriquita, cuya autoría se debe al imaginero Jaime Babío.

Rosario de la Aurora con la Titular de la cofradía


En la actualidad, esta corporación pasionista realiza dos estaciones penitenciales: el Domingo de Ramos y el Miércoles Santo. Además celebra todos los años un rosario vespertino con la imagen de su Dolorosa coincidiendo con la festividad del Rosario. Goza de una vida interna y externa activa: sede propia, ensayos solidarios de costaleros, cruz de mayo, recogida de juguetes en Navidad para niños desfavorecidos, cultos estatutarios...

Boceto de Ntro. Señor de la Paz


Para conmemorar los trescientos años, la comisión organizadora preparó un amplio programa de actividades que incluyen: el diseño de un logo y cartel, un rosario que en esta ocasión ha sido vespertino, una comida solidaria, concierto de la banda de música “Monte Calvario”, viacrucis de la Agrupación de cofradías de la ciudad presidido por la imagen del Señor de la Paz y exposición de enseres y documentos en la iglesia de Santa Marina. Queda pendiente aún la publicación de un libro con la historia de la hermandad, un quinario y una misa pontifical que culminará con la procesión extraordinaria del Señor de la Paciencia el sábado 16 de junio, como cierre de todos estos actos.