miércoles, 24 de febrero de 2016

ÁNGEL DE GREGORIO SPINO
(1879-1944)

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Pedagogo, periodista y literato.


Si Ángel De Gregorio viviese hoy sería considerado como un adalid del emprendimiento, vocablo tan moda en estos tiempos donde la corrección política lingüística parece darle un barniz al viejo y denostado término de empresario. Se hace difícil seguirle la pista al cambiar continuamente de residencia y tratar de abarcar tanta actividad que lo mismo lo lleva a interesarse por la pedagogía que a establecer relaciones comerciales en Sudamérica. Esto es, pues, tan solo un esbozo a falta de una mayor concreción en su dilatada vida, algo de lo que disfrutaremos en tiempo muy cercano gracias a la biografía que de nuestro paisano prepara su nieta, Alicia María Canto De Gregorio, profesora de la Universidad Autonóma de Madrid, la cual ha tenido a bien puntualizar algunos datos de esta entrada.

Rivello, cuna de los antepasados de Ángel
(tomado de Wikimedia Commons, por licencia C.C.
Autor: Archenzo).

Procedía su familia de Italia, en concreto de la localidad de Rivello, en el sur del país. Nació en Andújar un cuatro de febrero de 1879 y fue bautizado en la iglesia parroquial de Santa María La Mayor. Doña Alicia Canto facilita el importante dato de que el padre de Ángel, Pasquale De Gregorio, era relojero y recorrió buena parte de la geografía andaluza instalando relojes en edificios públicos, teniendo su base de operaciones en Córdoba. Quizás residiera en Andújar momentáneamente para hacerse cargo del reloj municipal o de la torre que preside la plaza de Santa María. Hay constancia de que en tierras italianas estudió Filosofía y Letras, donde alcanzó el doctorado. En 1901 parece que reside en Valencia, ejerciendo el oficio de periodista (anoten bien: será su primer oficio, pero desde luego no el único ni el definitivo, si es que alguno tuvo). En los próximos diez años también vivirá en las islas Canarias y de ahí dará el salto a Sudamérica, donde parece que se convirtió en empresario. En 1912 nos lo encontramos de nuevo en España, concretamente en Barcelona, donde es propietario de la primera academia comercial por correspondencia.

En 1918 registramos que preside el Centro Andaluz de la capital catalana, un interesante foco de reivindicación andalucista que tuvo como presidente de honor a Giner de los Ríos y como socios a Manuel Morales (el alcalde la ciudad condal en aquel año) y Alejandro Lerroux (diputado a Cortes por la circunscripción de Barcelona). Y decimos que será un bastión de reivindicación de lo andaluz pues en 1919 ondeará en dicho Centro la bandera blanca y verde. Sus simpatías con la ideología de Blas Infante parece que se extiende con el tiempo pues cuando años después reside en Cuba, traba allí una muy buena relación con Francisco Cuenca, un almeriense y andalucista convencido que colaboraba con el Centro Andaluz de La Habana y que lo incluye en su Teatro andaluz contemporáneo (1937). Quizás estas veleidades andalucistas explican que el nombre de Ángel De Gregorio Spino aparezca como encausado por el Tribunal Especial para la Represión del la Masonería y el Comunismo, en los primeros años de la posguerra española. Su iniciativa empresarial barcelonesa tiene una clara relación con su anterior experiencia americana según se desprende de su obra: Academia hispano-americana del comercio (sociedad anónima). Primera escuela de vendedores, viajantes y comerciantes que se estableció en España el año 1918, bajo los auspicios de ilustres personalidades del comercio, de la industria y de la banca, publicada en Barcelona en 1918. Esa misma Academia publicará una obra que adentra a De Gregorio en el mundo de la pedagogía: el Prontuario de Ortografía.

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Nuestro inquieto paisano pasa de Barcelona a Madrid donde parece dedicarse con más brío a su pasión periodística, usando varios seudónimos como Aníbal Hispano, Juan d'Alcalá o Gastón de Urgel, aunque también tendrá tiempo para la creación literaria. Así, publica en 1920 el drama Sugestión (otro título que hemos registrado es Madrastra), en 1921 la comedia La única verdad (que se estrenó en el Teatro Español de Madrid el 28 de abril de ese año), y en 1923 la novela ¡¡Casado con mi madre!! Pero no terminaba de estar recluido en una sola ciudad y hay constancia de que vivió también en París por aquellos años. Además, su nombre consta como miembro de la Cámara de Comercio de Salamanca, al menos en 1921. Atento a las novedades literarias, probó fortuna también en un género muy en boga en aquellos años: la novela cinematográfica, que trataba de prolongar el éxito de algunas películas transformando los guiones en folletines que iban dirigidos, sobre todo, a un público femenino. Algunos títulos de este género antecedente de la moderna mercadotecnia cinematográfica son: Aventuras de un yanqui, El Conde Duque de Toledo, Error judicial, Reparto de millones o Las cinco pasiones capitales. Esta última aparece publicada en La Habana, en 1925, ciudad a la que había llegado un año antes.

Una de las muchas publicaciones cinema-
tográficas de principios del siglo XX
(www.todocoleccion.net)

A estas alturas, conviene aclarar que este inquieto andariego no realizó esta aventura vital solo, sino que, casado con la cordobesa Ascensión Sedeño Giménez (1894-1976) recorrió medio mundo con ella y los tres hijos que fueron naciendo a lo largo de estos años. Su mujer, muy concienciada por el papel social de las amas de casa fundaría muchos años después una asociación nacional que pretendía defender sus derechos. De los tres hijos del matrimonio, alcanzaría un papel relevante en la lucha por los derechos de la mujer la jurista Ascensión De Gregorio Sedeño, que continuaría la obra iniciada por su madre (1917-1993). Para ampliar datos referentes a estas dos grandes mujeres remitimos a las correspondientes entradas que de ellas existen en el Diccionario Biográfico Español, obra de su nieta e hija respectivamente: Alicia Mª. Canto.

En La Habana residiría la familia hasta finales de 1935. Durante este periodo, y siguiendo siempre las valiosas indicaciones de su nieta, viajó a Nueva York y a otras capitales sudamericanas por cuestiones de negocios. Cabe decir que otros de sus hermanos también estuvieron residiendo en Argentina, Brasil y otros país del cono sur. Su querencia por los países hispanoamericanos se constata de nuevo al ver su nombre recogido en una guía sobre las relaciones consulares y diplomáticas entre México y España.

Su última obra literaria de la que hay constancia es la novela La pasión de la venganza, publicada en Madrid en 1933. Y allí, en la capital de España moriría en el año 1944.



FUENTES:


ANDRADE, Edgar y CASTILLO, Pablo; Relaciones consulares y diplomáticas México-España. Siglo XX (guía documental, vol. II). México, Secretaría de Relaciones Exteriores, 1989.

CHICHARRO CHAMORRO, Dámaso; “Panorama literario giennense, 1900-1960 (primera parte: 1900-1936)”, BIEG, 204 (2011) pp. 187-207.

DOMINGO CUADRIELLO, Jorge; Los españoles en las letras cubanas durante el siglo XX. Diccionario bio-bibliográfico. Sevilla, Renacimiento, 2002.

GARCÍA DUARTE, Francisco; El ideal de Blas Infante en Cataluña. Granada, Centro de estudios históricos de Andalucía, 2007.

VALLADARES REGUERO, Aurelio, Guía literaria de la provincia de Jaén. Jaén, Diputación provincial, 1989.

Colaboración muy especial de la nieta de Ángel De Gregorio, doña Alicia Mª. Canto De Gregorio, con la cual nos mantenemos en contacto para enriquecer aún más esta biografía.