martes, 30 de junio de 2020


JOSÉ MANUEL ESTEPA LLAURENS
(1926 – 2019)

(Foto tomada de Wikipedia, propiedad de la
Conferencia Episcopal Española)


Prelado de la Iglesia Católica

Queremos ponerle un broche de oro a esta tanda de biografías, antes de que el blog descanse durante el verano, con un recuerdo a uno de nuestros paisanos más ilustres: el cardenal Estepa.

Gracias al delicioso libro que publicara Juan Rubio en 2011, descubrimos no solo al arzobispo castrense, al cardenal, al hacedor del Catecismo de la Iglesia Católica, sino a un hombre que vivió una época turbulenta de la historia de España, pero que encontró paz y equilibrio en su vocación sacerdotal. Esta publicación, cuya lectura recomendamos, nos guía en la vida de este andujareño universal, que nunca perdió el contacto con su tierra, llegando a ser incluso pregonero de su fiesta mayor en 1987, y dedicándole el municipio el nombre de un altozano en el corazón de la ciudad medieval, muy cerca de donde pasó los primeros años de su vida.

Portada del libro de Juan Rubio


Nació José Manuel el 1 de enero del año 1926, en la calle Navarros, aunque sus recuerdos de infancia están ligados al barrio de Santa María, donde su padre crearía una fábrica de jabones, en la zigzagueante calle Alferez Moreno. Esos años vienen determinados por el compromiso político de Bernardo Estepa Gómez, su padre, de recias convicciones izquierdistas y primer alcalde de la II República en Andújar. Esta circunstancia y el hecho de haberse ocupado del hospital municipal durante los años de la contienda, hacen que sea encarcelado, quedando la familia al amparo del hijo mayor, el afamado maestro Francisco Estepa, y el celo y cuidado de la madre, Salud Llaurens Aspart. No encontraría consuelo José Manuel hasta que su padre fuera liberado, en el año 1945. Es entonces cuando se decide a cumplir su sueño: dedicar su vida al servicio de Dios. Antes de eso, había cursado estudios de Bachillerato en León, prosiguiendo estudios religiosos en el Colegio Mayor de Santiago de Salamanca (1946-1947). Su primer viaje a Roma, en 1949, fue providencial, pues entró en contacto con otra visión del Cristianismo, lejos del nacionalcatolicismo impuesto en el régimen franquista.

Pregonando en la Fiesta de la Espiga, en
San Bartolomé de Andújar (1985)
Foto: Manuel Barea.


En Roma terminaria sus estudios de Teología, en la Universidad Gregoriana. En 1954 es ordenado presbítero, diciendo su primera misa meses después en Andújar, en su parroquia de Santa María.. Después, su paso por París lo encauzaría por el que sería una de sus grandes preocupaciones: la catequética. En 1956 vuelve a España y se encarga de la pastoral en Madrid. En 1961 es nombrado director de la Casa Diocesana del Catequista y surge en él un fuerte deseo de viajar a Hispanoamérica para conocer la realidad de la Iglesia en este continente. La década de los sesenta son años de profundizar en el conocimiento de cómo llega la Palabra de Dios en diferentes rincones del planeta: visita varios países del Cono Sur, forma a jóvenes sacerdotes hispanoamericanos... todo ello lo lleva a ser nombrado director del Secretariado de Catequesis de la Comisión de Pastoral de la Conferencia Episcopal.

Presidiendo un acto religioso de la Cofradía de Mena
(www.cofradiamena.es)


El 15 de octubre de 1972 es consagrado obispo por el cardenal Tarancón, desempeñando el cargo de obispo-auxiliar de Madrid-Alcalá, primero en la denominada “Zona Sur” y después en Alcalá de Henares. A nadie se le escapó que Tarancón con este nombramiento, y otros, se quería rodear de eclesiásticos sobradamente preparados y sin ataduras con el régimen franquista. Fueron años donde se mezclaba la ilusión de una España que intentaban abrirse camino en el mundo de las libertades públicas, junto a momentos de gran tensión, que Estepa recuerda sobre todo en los entierros de Carrero Blanco y Franco, por la posición aperturista de Tarancón.

Escudo de monseñor Estepa
(Tomado de Wikipedia)


El 30 de julio de 1983 fue nombrado arzobispo general castrense. Su tarea consistió en renovar la institución para desprenderla del lastre militar, haciendo que los sacerdotes castrenses fueran pastores de la Iglesia y no una pieza más del engranaje cuartelario. Fueron tiempos difíciles para Estepa, que tuvo que acompañar y consolar a muchos familiares de militares, asesinados por la banda terrorista ETA; pero también porque debió convencer a muchos obispos para que asumieran su función a la hora de estar cerca de viudas y huérfanos que eran feligreses suyos. En esos años se fraguó una intensa relación con la Corona, llegando a ser con el tiempo D. José Manuel quien formó a la actual reina Letizia para su matrimonio religioso, merced a su papel como capellán de la Casa Real.

Homenaje en Andújar, tras ser nombrado cardenal
(www.diocesisdejaen.es)


Su gran contribución a la Iglesia universal fue ser uno de los redactores del Catecismo, cuya publicación se dilató de 1986 a 1992, bajo el amparo del cardenal Ratzinger, posteriormente Benedicto XVI. Todo ese esfuerzo y dedicación le fue recompensado años después, cuando, siendo ya arzobispo general castrense emérito, consiguió también el cardenalato de manos del papa Benedicto, en 2010.

Prolijo sería enumerar las abundantes publicaciones de monseñor Estepa, así como sus distinciones, entre las que destacan la gran cruz al mérito militar con distintivo blanco.

Un momento del funeral, oficiado en Madrid el 23 de julio de 2019
(Tomado de: www.ordenconstantiniana.org)


Falleció en Madrid, el 21 de julio de 2019. A su entierro, en la catedral castrense donde reposan sus restos, acudieron varios obispos y el propio rey Felipe VI.


FUENTES:

CABALLERO VENZALÁ, Manuel; Diccionario bio-bibliográfico del Santo Reino de Jaén. Jaén, Diputación, 1989; tomo III; pp. 238-241.

RUBIO FERNÁNDEZ, Juan; Estepa, el cardenal de la catequesis. Madrid, el autor, 2011.

Wikipedia.