martes, 27 de septiembre de 2016

FRANCISCO VERDEJO
(S. XVI)



Cantero y tallista.

Tras los nombres deslumbrantes de los grandes artistas, siempre (o casi siempre) quedan ocultos los de aquellos que en un segundo plano contribuyeron a que una obra de arte se llegara a completar: aprendices de afamados pintores y escultores que auxiliaban a sus maestros en el taller; albañiles y canteros que convertían en realidad el sueño plasmado en papel por el arquitecto; humildes costureras manejando con soltura la aguja bajo la mirada atenta del bordador; muchachillos divirtiéndose pisando el barro para extraer de ahí la pella a la que dará forma el alfarero...

Gracias a la labor de algunos investigadores podemos rescatar del olvido a personajes como el que hoy nos ocupa. Francisco Verdejo, al parecer natural de Andújar, vivió en la segunda mitad del siglo XVI sin que conozcamos de él más allá de cuatro o cinco datos biográficos, merced al incansable trabajo de José Domínguez Cubero. Su nombre puede ocupar un lugar en este mosaico andujeño que mes a mes vamos trazando con más buena intención que acierto pleno.

Puerta norte de Santa María La Mayor, en la
cual trabajó nuestro artista.

Fue cantero y tallista, o lo que es lo mismo, trató de emplear su talento tanto para cincelar la piedra como para trabajar la madera. Según opinión del ilustre investigador, no podemos considerarlo como artista de primera fila, pero sí como aplicado artesano. No obstante, alcanzó cierta notoriedad entre los de su oficio y pudo transmitir su saber a aprendices como a un tal Juan Polo, allá por el año 1579.

Antes de esa fecha, la primera noticia que tenemos de él, es el haber trabajado en el retablo de la capilla mayor del santuario, en 1554. Los libros de cuentas de la cofradía de la Virgen de la Cabeza de Andújar recogen cómo, en cabildo celebrado el 8 de mayo de 1553, los cofrades deciden sustituir el antiguo retablo gótico por otro de traza más ajustada a los tiempos que corrían. Al parecer, ese retablo pasó a la casa-hospital de Andújar, ambos edificios propiedad de la cofradía.

Detalle de la puerta norte de Santa María
(la foto pertenece al artículo de Domínguez
Cubero, publicado en el BIEG en 2002).

Según opinión de Domínguez Cubero, se trataba de un proyecto donde primaba lo pictórico, de tal manera que se encarga la confección de los lienzos al pintor jienense Antonio Sánchez, que todo hay que decirlo, es quien se va a llevar la parte más importante de la cantidad asignada por la cofradía a la hechura del retablo. Sobre el 19-20 de diciembre de 1554 se hallaba ya casi terminado. No obstante, fue efímera esta obra, ya que en 1611 la cofradía sustituye este por el de Sebastián de Solís, y tal como ocurrió con el gótico, el de Sánchez y Verdejo a buen seguro pasaría a la ermita de la calle Ollerías.

La otra noticia que tenemos de Francisco Verdejo nos lo coloca en la iglesia de Santa María, como tallista de la portada norte, en 1572, bajo la dirección de Antonio de Tomar; en concreto, ocupándose de capiteles y basas. Por cierto, esta es la única obra suya que ha resistido el paso del tiempo. A la vez, según recogen los libros de fábrica de la parroquia, se ocupaba de labrar el mobiliario de la sacristía.

Sacristía de Santa María, en la actualidad.

Por último, hay una referencia de 1580 por la cual se le encarga tasar el retablo mayor de Santiago, cuya imaginería fue encargada a Salvador de Cuéllar, lo que indica que había alcanzado cierto renombre al menos en su tierra.


FUENTES:

DOMÍNGUEZ CUBERO, José; “La iglesia de Santa María La Mayor de Andújar a través de sus libros de fábrica”, Actas de la III asamblea de estudios marianos (Andújar, 10-12 de octubre de 1986). Córdoba, El Almendro, 1987; págs. 117-125.

DOMÍNGUEZ CUBERO, José; “Andújar, un foco de estética renacentista en el Reino de Jaén”, BIEG, 182 (jul.-dic. 2002), 9-42.


DOMÍNGUEZ CUBERO, José; “Retablos mayores en el santuario de la Virgen de la Cabeza”, BIEG, 202 (jul.-dic. 2010), 255-275.