sábado, 14 de diciembre de 2013

FRANCISCO TERRONES DEL CAÑO

(1551 – 1613)

Publicado por Maudilio Moreno
en el blog de la Cofradía de la Veracruz
(http://veracruzandujar.blogspot.com.es
/2013/07/la-efigie-de-don-francisco-terrones-del.html)



Prelado. Predicador real.

No podíamos despedir este 2013 sin referirnos a este andujareño de mente tan preclara y verbo prodigioso, de cuyo fallecimiento se cumplen ahora cuatro siglos. Alcanzó don Francisco Terrones Robles Aguilar del Caño el reconocimiento general de su tiempo entre las gentes ilustres (incluyéndose aquí tanto el rey Felipe II como el papa Pío V), como también el cariño de sus paisanos, dado que fue el príncipal impulsor de que Andújar recuperara parte de su supuesto pasado con la llegada en 1597 de la reliquia de San Eufrasio.

Nació en 1551 en el barrio de San Bartolomé. Por parte de padre descendía de los Robles del Infantado del Torío (León) y su bisabuelo, el capitán Juan de Robles, fue el que concertó la toma de Málaga por los Reyes Católicos. La rama materna de los Caño se encontraba entre lo más ilustre del patriciado local. En 1564 inició estudios en la Universidad de Baeza, culminándolos en Salamanca, donde se doctoró en Teología. Influencia decisiva en sus estudios tuvo su tío, don Juan del Caño, al cual visita en León en el año 1569. En 1572 ya está en el colegio de Santa Catalina de Granada como catedrático de Teología Escolástica. 

Torre de S. Bartolomé de Andújar


Pero, a la par que va incrementando su sabiduría, debe cumplir con su deber de sacerdote y regenta dos parroquias en las cercanías de Madrid. No obstante, inclinado por la enseñanza, gana por oposición la cátedra de Escritura en Baeza. Su futuro más inmediato va a estar, de nuevo, unido a Granada de cuya iglesia mayor es nombrado canónigo de Sagrada Escritura en 1587. Un año después surgirá la disquisición acerca de la veracidad o no de los pergaminos y supuestas reliquias encontradas en el Sacromonte, hecho en el cual nuestro Terrones tendrá un papel relevante. Se le encomienda que acuda a la corte para llevar una copia del manuscrito y que allí sea analizado por expertos. No obstante, el inquieto andujareño, no es tan solo emisario sino que parece estar detrás de cierto escrito donde se pone en duda la autenticidad de las reliquias, por lo cual es amonestado. Gracias a esa visita a la capital del reino, llega a conocimiento del rey Felipe II la prudencia y el celo de Terrones y, ante todo, su facilidad para la disertación. Con gran rapidez, el rey lo nombra su predicador personal, cargo que ostentará hasta 1601.

A partir de ese momento, Terrones debe alternar su puesto en la corte con su cargo eclesiástico en la catedral de Granada, de cuyo arzobispado es nombrado contador y visitador en 1593. Más adelante consigue el cargo de magistral y también abad mayor de Aracena, pero requerido de continuo por Felipe II se traslada definitivamente a Madrid. De esa etapa como predicador real los autores contemporáneos a Terrones han dejado escritas famosas frases que ponderan al gran orador que fue: el mismo rey lo elogiaba diciendo que sabía escoger para cada concepto un vocablo, pero que era siempre el más idóneo; doña Margarita de Austria se refería a él como “mi predicador, el mi Terrón”; y parece que se debe a la infanta Isabel Clara Eugenia aquel famoso “Terrones, ni se cansa ni nos cansa”, que alguien quiso referir de otro predicador real.

Estatua orante de F. Terrones


Sobre 1596, ya fallecido su tío Juan del Caño (que postuló la relación entre Andújar y la antigua ciudad romana de Iliturgi), conoce de la existencia en Galicia de una tumba donde se venera a San Eufrasio, primer obispo de Iliturgi. Inicia las gestiones para que una reliquia sea trasladada a Andújar, a la iglesia que se erige junto al convento de padres trinitarios (en la actual plaza del Cámping). El 15 de mayo de 1597 uno de sus portentosos sermones lo dedica a este hecho, predicación que tiene lugar en San Bartolomé, su parroquia, de donde saldrá la reliquia en procesión hasta el templo de San Eufrasio. Su hermano, Mauro Terrones, también tendrá un papel determinante en la consecución de este objetivo. Dicho sermón se conserva gracias a que Antonio Terrones Robles (sobrino de Francisco Terrones) lo incluyó en la obra que glosa la relación entre San Eufrasio y Andújar, y habla de aquellas jornadas tan señeras para la vida religiosa de la ciudad.

La mayor parte de sus sermones se perdieron tras su muerte. Tan solo han llegado a nuestros días, amén del ya citado sobre San Eufrasio, el que dedicó a la muerte de la infanta dona Catalina y el de las honras fúnebres del propio rey Felipe II (1598). Cuenta el que fue su principal biógrafo (su hermano, el franciscano y también orador Juan Terrones) que en numerosas ocasiones predicó en las estancias privadas de los miembros de la familia real, en especial del rey, cuando este, impedido por la gota, ya no podía acudir a la capilla de palacio. Este hecho motivó que en 1995 Ricardo de la Cierva publicara la novela Yo, Felipe II: las confesiones del rey al doctor Terrones.



Fallecido Felipe II, su principal valedor, la estrella de Terrones se irá eclipsando poco a poco. No obstante, Felipe III sigue valorando su sapiencia y lo nombra miembro del Consejo de Indias en 1600. Un año después, sin embargo, deja la corte para hacerse cargo de la diócesis gallega de Tuy. Allí se ocupará de organizar las distintas parroquias (a las que gira visita pastoral a lo largo de dos años), encargará una reja para proteger el sepulcro de San Eufrasio en Nuestra Señora de Valdemao (Lugo) y también deberá dar cristiana sepultura en la propia catedral de Tuy a su hermano fray Mauro.

De 1605 data una carta enviada a su sobrino Alonso del Caño (catedrático de la Universidad de Salamanca) donde le aconseja cómo predicar. Este parece ser el punto de partida de su famosísima Instrucción de predicadores, uno de los más celebrados ensayos publicados en el siglo XVII en España acerca del poder de la oratoria, y que vio la luz tras su muerte por su hermano Juan, en el año 1617. Tal era su fama de gran orador, que habiéndolo oído predicar el propio papa Paulo V le otorgó el privilegio de bendecir más de doscientas imágenes, cruces o medallas. 



En 1607 se le concede el patronazgo de la capilla mayor de San Bartolomé de Andújar, donde será enterrado años después y cuyo espacio enriquecerá con un retablo, desgraciadamente desaparecido. También costeó otras obras de envergadura en la que había sido su parroquia.

Un año más tarde, en 1608 es nombrado obispo de León. Se dedica con celo a cuidar de su nueva grey, sin abandonar su vocación oratoria, y así predica con motivo del fallecimiento de la reina Margarita de Austria. En León llegó a celebrar siete sínodos y suprimió varias fiestas religiosas, ya que el exceso de las mismas estaba empobreciendo a la diócesis, que vivió acuciada por los deudores más allá de la muerte de Terrones.

Y esta, la muerte, le sorprende a nuestro paisano un trece de febrero (o marzo) de 1613 en Villalón (Valladolid). Fue enterrado en el convento de los agustinos de Mansilla de las Mulas (Leon). El 16 de abril de ese mismo año se celebraron en su memoria los funerales en el convento de las descalzas de Zamora [tenía Terrones gran relación con las tierras zamoranas, adonde iba con frecuencia a descansar], predicando su hermano Juan.

Sobre 1651 hay constancia que su cuerpo ya descansaba en San Bartolomé, junto al de sus hermanos Lorenzo y Antonio, sepulcro que fue profanado en los hechos aciagos de 1936. De su túmulo funerario, tan solo se conserva su urna en piedra, un busto decapitado y la inscripción que aún puede leerse en uno de los muros de la capilla mayor. 



Su obra ha sido recuperada no hace muchos años en una cuidada edición a cargo de Francisco Javier Fuente Fernández (León, 2001). 

El ayuntamiento rotuló una calle de escaso tránsito y relevancia con su nombre. Pido desde aquí que se busque otro lugar en el callejero de Andújar (aunque, por favor, sin sacrificar ninguna denominación sancionada por la tradición) para recordar a este andujareño inmortal. 


FUENTES:


FUENTE FERNÁNDEZ, Francisco Javier; Estudio introductorio de TERRONES DEL CAÑO, Francisco; Obras completas. León, Universidad, 2001. Colección Humanistas españoles, 22.

GALIANO PUY, Rafael, “Biografía del doctor don Francisco Terrones del Caño, predicador real y obispo que fue de Tuy y de León”, BIEG, 183, (2003), págs. 207-255.

GONZÁLEZ OLMEDO, P. Félix; Prólogo a TERRONES DEL CAÑO, Don Francisco; Instrucción de predicadores. Madrid, Espasa-Calpe, 1960. Clásicos castellanos, 126.

PALOMINO LEÓN, Jesús Ángel; “La tumba de don Francisco Terrones y retablo de capuchinos: nuestro patrimonio más desconocido”, Andújar Press, enero-febrero 1996, pág. 21.

PIÑERO JIMÉNEZ, Francisco; Giennenses ilustres. Jaén, 1959. Tomo II; págs. 143-146.

TERRONES ROBLES, Antonio; Vida, Martirio, Translación y Milagros de San Eufrasio Obispo y Patrón de Andújar. Granada, 1657. Edición facsímil: Jaén, Diputación Provincial, 1996.

http://veracruzandujar.blogspot.com.es/2013/07/la-efigie-de-don-francisco-terrones-del.html (Interesante artículo de Maudilio Moreno donde se refleja la vinculación de Terrones con la parroquia de San Bartolomé y la Cofradía de la Veracruz).



martes, 19 de noviembre de 2013

CONCEPCIÓN MÁRMOL TRIGO

(1874 – 1962)








Benefactora social, escritora.

No podía terminar este 2013 sin que me hiciera eco en el blog del cincuentenario de la creación del colegio La Salle de Andújar, sobre todo después de que el pasado sábado 16 los antiguos alumnos de varias promociones nos diéramos cita de nuevo al amparo de aquellos muros que nos vieron crecer en sabiduría. Desde 1963, más de cuatro mil alumnos y alumnas han pasado por sus aulas, correteado por el patio y asistido a funciones religiosas en la capilla de la Inmaculada. Pero todo esto no hubiera existido de no haber sido por la munificencia de las hermanas Carmen y Concha Mármol. Herederas de la fortuna de la marquesa de Santa Rita y condesa de Gracia Real, doña María Agustina Pérez de Vargas y Pérez de Vargas, destinaron gran parte de ese legado para que se constituyese el patronato “Inmaculada Concepción”, germen del actual colegio que fue regido desde el principio por los Hermanos de las Escuelas Cristianas. 

Fachada de la capilla Inmaculada Concepción
(www.retabloceramico.com)

Nadie mejor que Francisco Fuentes Chamocho (don Francisco, para aquellos que recibimos su magisterio en primero de la antigua E.G.B.) para que nos guíe por la vida y obra de Concha Mármol. Nos contaba mi antiguo maestro de formación básica en el libro que conmemoraba el veinticinco aniversario de esta institución que nuestra biografiada vino al mundo en el seno de una familia humilde. Entró a servir en casa de la marquesa como costurera. Contrajo matrimonio con Antonio Vallejo Garrote, y que no tendría descendencia. Durante el periodo anterior a la conflagración bélica, la figura de Concha Mármol nos evoca aquellos años donde la religiosidad no siempre se engarzaba con el ambiente de penuria social y reivindicaciones laborales. Al amparo de su señora, Concha vería cómo esta erigiría la nueva capilla de la Virgen de la Cabeza y cómo se convertirían en puntales básicos de la vida religiosa en la ciudad. Colaboró Concha hondamente en la preparación de los fastos del VII centenario de la aparición de la Virgen de la Cabeza, sobre todo desde la revista Mirando al santuario que desde 1922 hasta 1935 serviría de canal de comunicación de todo aquello que en materia eclesiástica se promoviera en Andújar. Las crónicas de aquellas gozosas jornadas fueron recopiladas después en álbumes que costeó la propia condesa de Gracia Real.

Concha Mármol en su juventud
(foto cedida por Ana Vallejo para el libro
conmemorativo del 25º aniversario)

Pero siguiendo el ejemplo de doña Agustina, quien a su muerte (también sin descendientes) legó todo su inmenso patrimonio tanto a sus damas de compañía como a la creación de instituciones de carácter benéfico-social, Carmen y Concha siempre desearon que parte de esa herencia se empleara en la enseñanza de niños pobres de su ciudad. Por desgracia ninguna de las dos vio cumplido ese objetivo, aunque a punto estuvo de alcanzarlo en vida Concha quien falleció un 27 de diciembre de 1962, meses antes de que las obras del colegio estuvieran concluidas y se impartieran las primeras clases.

Primera promoción de alumnos de La Salle de Andújar (1963)
(publicada en el libro del XXV aniversario)

El amor hacia la Virgen de la Cabeza quedó patente en la revista ya mencionada y en cómo colaboró tras la guerra en la reconstrucción del santuario, en especial donando parte de los retablos que hoy podemos seguir admirando: Sagrado Corazón, San Antonio de Padua, Santísima Trinidad, etc. Pero su contribución más destacada fue la del templete para la procesión de abril (1957) y la restauración de la jaula procesional del siglo XVI (1960). Ya antes de la guerra tanto ella como su hermana Carmen habían sufragado uno de los misterios del Rosario Monumental. La Cofradía Matriz la nombró camarera perpetua.

No solo realizó aportaciones económicas al santuario de Sierra Morena, sino que también fue la donante del retablo que tallara Palma Burgos para la capilla mayor de San Miguel (1948) y del Cristo de la Columna de San Bartolomé, uno de los titulares de la cofradía de la Veracruz.

También se habla de su afición a la pintura y de que algunos lienzos fueron donados al santuario para ser colocados en los arcos laterales de la iglesia. Se comenta que en este campo artístico recibía el sabio consejo del maestro Herrera. Incluso en la revista Don Lope de Sosa se destaca que un cuadro suyo, representado a la Divina Pastora, se expuso en el pabellón de Jaén de la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929.

Más conocida es su faceta como escritora, tanto en prensa (artículos como “La mujer social”, “Páginas escogidas” o “La bella Iliturgi, cuna de santos”) como en la publicación de relatos: La huerfanita Norberta (1924), La cabaña y el zagal (1927), La imagen soñada (1929), , El hogar clásico, El niño perdido, Por esos mundos, Mujeres de antaño, etc.

Portada de una de sus novelas
Firma autógrafa de Concha Mármol

Su entrega a la causa religiosa y también social fue recompensada, de alguna forma, al dedicarle su pueblo una calle en el año 1989. A ese reconocimiento se sumó no hace mucho la rotulación de otra vía urbana con el nombre de “Hermanos de La Salle”.

Lápida conmemorativa del XXV aniversario de la creación del colegio

Sirva esta humilde aportación como agradecimiento por los años que pasé en ese colegio y de todo aquello que me aportaron sus maestros, a los que recuerdo con nostalgia y cariño.


FUENTES:

FUENTES CHAMOCHO, Francisco; Colegio Inmaculada Concepción “La Salle” Andújar (Jaén). XXV años de historia. Andújar, comunidad educativa “La Salle”, 1989.

Revista Don Lope de Sosa: 1928, pág. 191; 1929, pág. 159 y 328-335.






miércoles, 16 de octubre de 2013

JUAN RUIZ DE LA CRUZ
(SIGLO XV)


Ceramista.

Triunfa los lunes en las noches de la 1 la serie Isabel, lo cual me complace por doble motivo: porque la historia llame la atención de tantos telespectadores y porque se trata de un muy cuidado producto nacional. En esta segunda temporada vamos a asistir a la caída del reino nazarí de Granada, lo que supondrá una recomposición del mapa peninsular y la unificación religiosa en los reinos hispanos. Pues bien, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid o, si prefieren, el Darro y el Genil por la ciudad de los cármenes, me permito en este mes de octubre recordar a un andujeño que tuvo su parte de protagonismo tras la caída de Granada. No me estoy refiriendo a ningún militar que acompañara a Gonzalo Fernández de Córdoba en esos días de vigilia castrense en el campamento (después ciudad) de Santa Fe, ni a ninguno de los jurisconsultos y eclesiásticos de los que se supieron rodear Isabel y Fernando, no: Juan Ruiz de la Cruz fue un maestro ceramista que vivió en las postrimerías del siglo XV a quien le fueron encargados varios trabajos para la recién conquistada fortaleza de Boabdil.

La inconfundible silueta de la Alhambra (De Wikipedia)

Hace ya bastantes años, Pedro Galera nos descubrió la existencia de este artesano que, junto con el jienense Antón Jiménez, trabajó en la decoración de algunas estancias de la Alhambra entre 1492 y 1499, especialmente los baños del palacio de Comares. En fecha más próxima, la investigadora Elena Díez se pregunta acerca del origen de dichos alicatados (¿islámicos o cristianos?) y acudiendo a documentación fiable se percata de que se encargó la decoración de algunas dependencias a maestros de Jaén y Sevilla, seguramente por desconocimiento o desconfianza de los autóctonos maestros granadinos: “Sobre estos maestros foráneos a Granada los datos son muy claros ya que hacen referencia a Antón Jiménez, maestro de azulejos y vecino de Jaén, así como a Juan Ruiz de la Cruz, vecino de Andújar. Los encargos son realizados entre 1497 y 1499 y se trata de azulejos de lazo sin especificar más que son para las casas reales y varas de azulejos para la sala de quadras en el palacio de los leones”. Los legajos custodiados en el archivo de Simancas dejan patente que se pagó a Juan Ruiz la cantidad de 2530 maravedís por doce varas de azulejos que venían desde Andújar, pago que se realizó un 23 de octubre de 1497. Un año después hay otro pago por azulejos para las casas reales. 

Baños de Comares en la Alhambra
(www.alhambradegranada.org)
 

Lo que evidencia todo esto es que Andújar tenía prestancia como centro ceramista en el sur peninsular. También deja patente el cuidado que pusieron los Reyes Católicos en adecentar el conjunto de la Alhambra con obras de mejora que se prolongaron después, a lo largo de todo el siglo XVI, por parte de sus descendientes y que pusieron especial cuidado justamente en el apartado de la azulejería. 

Decoración en azulejos (tomado del estudio
de Elena Díaz Jorge, pág. 37)
 
No termina aquí la participación andujareña en este episodio discreto de la Reconquista, aunque importante desde el punto de vista estético. Lucio Marineo Sículo en De las cosas memorables de España (1539) destacaba cómo otros paisanos nuestros participaron en la construcción de Santa Fe. Así se pone de manifiesto en un trabajo conjunto acerca del Museo de las capitulaciones de Granada, donde se explica que los reyes encargaron la factura [de la construcción de Santa Fe] a distintas ciudades que habían acudido a la contienda: “Porque [y a partir de aquí se cita textualmente a Sículo] más brevemente se edificase, sus altezas encomendaron y dieron encargo de la obra a las gentes de las ciudades de Sevilla, Córdoba, Jaén, Écija y Úbeda, Carmona, Xerez y Andújar, que son las principales de Andaluzía”.


Santa Fe (antcastillog.blogspot.com.es)
 

Así, pues, cuando acudamos a contemplar el hermoso legado de siglos que constituye ese patrimonio tan preciado como es la Alhambra, hay que reconocer en algunos primores de lacería en barro cocido y sabiamente policromados la mano de un andujareño perdido en las brumas del tiempo.



FUENTES:


DÍEZ JORGE, Elena; “Los alicatados del baño de Comares de la Alhambra, ¿islámicos o cristianos?”, Archivo español de Arte, LXXX, 317, (2007), pp. 25-43.

GALERA ANDREU, Pedro; “Acerca de algunos andujareños relacionados con las Bellas Artes”, Estudios de historia de Andújar. Andújar, Ayuntamiento, 1984; pp. 81-85.

MARTÍNEZ CUMPLIDO, Gloria et alii; Museo de las capitulaciones e interpretación de la Guerra de Granada. Proyecto IV edición Máster de Museología. Granada, Universidad, 2009.








lunes, 23 de septiembre de 2013

EL VERANO SE FUE...



Y con él la vida de dos andujareños cuyas biografías no serán glosadas en ninguna enciclopedia, pero de cuya existencia nos queremos hacer eco en este blog.

Este mosaico que compongo poco a poco está plagado de grandes nombres, ligados al arte, la milicia, la política, el deporte... Nos sentimos en sintonía con ellos pues son hijos e hijas de esta tierra que, en muchos casos, gracias a su fama, han puesto a Andújar en el mapa y nos enorgullecemos de que hayan nacido en esta tierra. Quiero hoy rendir tributo también a esas otras vidas más discretas, pero que han tenido su hueco en el devenir de la ciudad. Sé que cabría hablar de otras vidas igualmente importantes para nuestra intrahistoria. Tiempo habrá de ello y este bloguero sigue estando abierto a colaboraciones, puntualizaciones y correcciones de todo tipo. 

La plaza Vieja en una fotografía de los años cincuenta.


El verano (decía más arriba) ha supuesto la despedida de Francisco Ruano Manchón (Paco Ruano), el albardonero de la plaza Vieja. Aún recuerdo su taller, en esa esquina con la calle La Plaza que, milagrosamente, ha permanecido inalterado frente al empuje del hormigón. Recuerdo esas paredes cubiertas con buenas muestras de su buen hacer artesanal. Albardoneros y talabarteros, oficios ya del pasado, han tenido en Andújar buenos representantes y, aunque el oficio decline, por lo menos en el callejero de la ciudad se les rinde tributo, de alguna forma. En la persona de este enjaezador de caballerías quiero proclamar mi respeto por los artesanos de Andújar, herederos de viejos usos y depositarios de saberes ancestrales. ¡Qué bueno sería un museo de artes y costumbres donde, al menos, ya que los oficios desaparezcan no lo haga el resultado de tantos años de trabajo!
Hay que indicar que el Ayuntamiento le rindió un homenaje en la entrega de los premios Andújar Emprende el pasado mes de febrero. Remitimos también al blog del fotógrafo Enrique Moya donde aparecen unas instantáneas que ya son joyas etnológicas: http://enriquemoyafotografia.blogspot.com.es/2013/01/francisco-ruano-manchon-albardonero.html


(degustajaen.com)


Igualmente queremos citar la desaparición de Alfonso Rivillas Jurado. Decir su nombre es evocar, rápidamente, a los licores Riska, una marca que, con tesón y empeño, se ha hecho un hueco en el sector. Decía Alfredo Ybarra en el artículo publicado en Ideal tras su fallecimiento, que encontrarse una botella de Riska fuera de Andújar es motivo de satisfacción, de orgullo de terruño (http://andujar.ideal.es/opinion/2915-alfredo-ybarra). Tiene razón Alfredo, y es aún mayor cuando reconocimos hace años publicitada la marca en la serie de televisión Aquí no hay quien viva. Detrás de todo esto, a buen seguro, solo podía hallarse la mente de un emprendedor, de esos que tanta falta nos hace para superar estos malos tragos por los que estamos pasando. Nos queda su legado, que no es poco, en una ciudad donde, a ojos vista, se va desintegrando su tejido industrial y comercial. Para el curioso, invito a visitar la página de la empresa: http://www.licoresriska.com.

Descansad en paz.












domingo, 25 de agosto de 2013

FRAY MARTÍN DE LA ASUNCIÓN
(S. XVI - XVII)



Fraile carmelita.

Andújar tuvo su Carmen, recoleto convento enclavado en el corazón mismo de la ciudad medieval. Cuentan las crónicas que a punto estuvieron de acompañar a la Morenita en su aislamiento serrano, pero quiso el destino que al final terminaran tras la casa del Concejo, en un espacio bastante reducido para lo que eran las fundaciones conventuales de antaño. Y allí permanecieron hasta los aciagos tiempos de la desamortización. De aquello nos ha quedado un topónimo en nuestro callejero, los restos de la iglesia enmascarados en lo que fue hasta hace unos años célebre salón de bodas, y varias advocaciones de Pasión, amén del culto a la Virgen del Carmen capitalizado hoy por el grupo parroquial que le sigue rindiendo pleitesía en la parroquia de la Lagunilla. 


Lugar donde estuvo enclavado el convento del Carmen

Pero además, merced a una de las esposas del conde de La Quintería (me refiero a don Rafael), personaje del que habrá que hablar por extenso en otra entrada, tenemos en Andújar esa joyita de valor incalculable, cual es la colección de aforismos de San Juan de la Cruz, Dichos de luz y amor. Esta obra se mantuvo durante algunas décadas en el retablo del Cristo de la Paciencia (otra advocación que nos ha legado el Carmen andujareño) y ahora se custodia con las debidas medidas de seguridad en la propia iglesia de Santa María. No en vano es, según los expertos, el único manuscrito de San Juan del que puede asegurarse estar escrito de su puño y letra.

Pues bien, todos estos prolegómenos nos llevan a presentar hoy a un fraile carmelita, compañero de fatigas del santo que, al parecer era de Andújar. Así, por lo menos, se asevera en el estudio que acompaña a la edición facsímil de los Dichos de 1979. De él se dice que fue novicio del propio Juan de Yepes, amigo suyo y compañero de viaje en su deambular por Andalucía. En la Historia del venerable padre Fray Juan de la Cruz, primer descalzo carmelita (Madrid, 1641) el autor, fray Jerónimo de San José, lo cita en varias pasajes de la obra y siempre destacando cierta complicidad entre los dos, como en aquella ocasión en que lo mandó de Córdoba a Sevilla con un grupo de novicios y fray Martín le pidió algo de dinero para el camino. San Juan le dijo que no era necesario, pues la Providencia de Dios proveería. Y así fue que realizaron el viaje sin ningún inconveniente y recibiendo limosnas por donde pasaban, de tal manera que cuando volvió fray Martín a Córdoba aún le sobraron trescientos reales que entregó al padre procurador, respondiéndole San Juan: “Más quisiera que volviera muy santo, con haber padecido menguas y trabajos, que tan proveído y sobrado sin merecerlo”. 

Relicario que guardó durante siglos el manuscrito de San Juan

Está junto a nuestro excelso místico en Guadalcázar (cerca de Córdoba) cuando enfermó gravemente, pero tranquiliza a fray Martín con estas palabras: “no es llegada la hora de mi muerte, aunque más digan los médicos; sí padeceré mucho en esta enfermedad, pero no moriré de ella, que no está bien labrada la piedra para edificio tan santo”. Se dice que allí, en Guadalcázar, fray Martín se quedó con la cadena-cilicio de San Juan y que la guardó como reliquia, atribuyéndose a ella la curación de un enfermo que, agradecido, se hizo carmelita. 

S. Juan de la Cruz

Son varios los testimonios de fray Martín en el proceso de beatificación que se inicia en 1627. Amén del milagro del cilicio, fray Martín aseguraba que el santo se le había aparecido en varias ocasiones cuando ya estaba en el convento de Andújar, favoreciéndolo con muchas mercedes. Hay una referencia muy clara respecto de la obra cumbre del místico, el Cántico espiritual: en los textos que sirven para otorgarle la categoría de beato se refiere lo siguiente: “por los caminos, cuando caminaba, le vido este testigo [en referencia a fray Martín] que iba cantando muchos himnos de Nuestra Señora y Salmos de David y versos de los Cantares”.

Queda, pues, en la nebulosa del pasado la vida de este humilde fraile cuya vinculación con una de las grandes personalidades de nuestra literatura y de la propia iglesia católica, parece que fue ciertamente relevante. Otro dato más para engrandecer el pasado carmelitano de Andujar.



FUENTES:

CRUZ, San Juan de la; Dichos de luz y amor. Códice de Andújar. Madrid, Editorial de Espiritualidad, 1979.

GONZÁLEZ SÁNCHEZ, Carlos Alberto, Grafías del imaginario: representaciones culturales en España y América. Madrid, FCE, 2003.

RAMOS ESPEJO, Antonio; Andaluzas, protagonistas a su pesar. Sevilla, Centro de estudios andaluces, 2010.

SAN JOSÉ, Fray Jerónimo de; Historia del venerable padre Fray Juan de la Cruz, primer descalzo carmelita. Madrid, 1641.




martes, 23 de julio de 2013

JOSÉ LUIS VILLAR GARCÍA
(1939 – 2009)

(De www.europasur.es)


Ceramista.

Andujareño y ceramista: una asociación tan natural y lógica como, por fortuna, abundante y exitosa. José Luis Villar García ya estaba familiarizado en su infancia con este noble arte que encontró acomodo por estos lares desde la época romana y que llega a nuestros días con ejemplos tan elogiosos como el de la estirpe Mezquita y Miñana, con Celestino a la cabeza y esa jarra grutesca que ha tenido el honor de codearse con lo más granado de la artesanía popular hispana en la exposición que pudo verse en Madrid la pasada primavera.

Pero José Luis es de esos paisanos que, por diferentes causas, encuentran su acomodo lejos de aquí; en este caso, en Algeciras, donde va a residir desde el año 1967 hasta su fallecimiento, ocurrido el catorce de junio del 2009, tras un largo periplo por varios países europeos y centroamericanos. Antes de dedicarse a la cerámica ejerció su oficio de perito industrial. Además, hay que destacar en él su inclinación claramente humanitaria, habiendo colaborado en diferentes iniciativas de matiz social. Muy implicado con la ciudad de Algeciras y sus tradiciones, recibió un homenaje en el año 2001, recibiendo la medalla de La Palma. Esa su patria adoptiva le enamoró y fue recíproco el sentimiento. Sentidas notas de condolencia se almacenan aún en esta hemeroteca virtual que es Internet donde se destaca la gran pérdida que había sufrido el Campo de Gibraltar tras su muerte. 

Homenaje en Algeciras en el año 2001

En 1982 lo encontramos dedicado ya de lleno a su tarea artística, como profesor de la Escuela de Artes y Oficios de Algeciras, institución que llegaría a dirigir. Antes de esa fecha, no obstante, había montado y dirigido una escuela en El Salvador, labor por la cual se le concedió una medalla. Expone en Madrid, Valladolid, Murcia, Sevilla, Barcelona, etc. Su obra se conserva, sobre todo, en Algeciras y en poblaciones limítrofes. Cabe destacar, por ejemplo, la fachada de la plaza de toros de Las Palomas, el monolito del cuartel de artillería de San Roque o el escudo de Algeciras en el claustro de la casa de Ejercicios. 

Plaza de toros de Las Palomas

Recibió varios galardones, entre los que destaca la Medalla de mérito al trabajo en la emigración por sus valores artísticos y humanos.



FUENTES:


VARIOS, Cádiz y su provincia. Sevilla, Gener, 1984; tomo III.





lunes, 8 de julio de 2013

DEMETRIO DEL VAL,
IN MEMORIAM


(De www.abcdesevilla.es)


El apellido Del Val está indisolublemente unido a la historia reciente de la ciudad. Para muchos de nosotros, de hecho, el hotel fundado por los hermanos Demetrio y Carlos era uno de los límites de aquella Andújar que había crecido urbanísticamente abriéndose más allá de la Puerta de Madrid. Hablar de Del Val, no obstante, fuera de Andújar, al margen del prestigioso establecimiento hotelero, es hablar de hazañas automovilísticas y del París-Dakar, competición en la que los hermanos Del Val participarían a lo largo de ocho años.

El pasado 19 de junio moría en Andújar Demetrio Del Val, y nosotros queremos tener un recuerdo a este madrileño que, junto con su hermano, han sido, realmente, “nombres para la historia de Andújar”.

Nacía Demetrio Del Val Payer en Madrid el seis de enero de 1931. Se formó en Barcelona como oficial de Marina, pero el mundo del motor fue su gran pasión. Destacó por sus innovaciones y títulos en motocicleta con sidecar: de hecho él y Carlos fueron campeones nacionales en 1956 y 1957. A la vez comenzó su pasión por los coches antiguos, y así, en 1956 cubrió la ruta Madrid-Lyon con un Renault “Tonneau” monocilíndrico de 1902. En 1958 se fue a Bilbao en un Hispano de 1906 y, con Gregorio Prendes de compañero, embarcó con destino a Buenos Aires y estableció el récord mundial de distancia para un coche tan antiguo, al atravesar Argentina, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela. En 1959, junto a Rafael Esteban, recorrió Estados Unidos en un Fiat 1906, con salida y llegada en Nueva York. A raíz de esta hazaña le nombraron “honorary cityzen”. Allí, en Estados Unidos, pudo descubrir y practicar el karting. A su vuelta a España se convirtió en el introductor de los karts en nuestro país (1960), logrando varios títulos junto con su hermano.

(De www.motorspain.com)

 En la década de los sesenta es cuando los hermanos Del Val se asientan en Andújar y fundan el hotel que lleva su nombre, en un punto ciertamente estratégico: junto a la Nacional IV y el inicio de la carretera Andújar-Puertollano, convirtiéndolo en lugar casi obligado de reunión de los cazadores que durante años participarán en las monterías de Sierra Morena.

En Andújar continúa la pasión de los hermanos por los coches antiguos, pasión que se va a patentizar en la construcción de un museo que ha estado funcionando hasta hace unos años, auténtico reclamo turístico de la localidad. Además fundó el Veteran Car Club y fue el promotor de la convocatoria anual que reúne en Andújar a vehículos históricos. 

(De www.ideal.es)
 En la década de los setenta se volcó en su otra gran pasión: navegar, y adquirió en Inglaterra una embarcación con la que atravesó Francia por canales de insuficiente calado teórico, llegó a Ibiza, pasó por el estrecho de Gibraltar, cruzó el Atlántico y realizó “la ruta del ron”.
Demetrio Del Val fue distinguido, al igual que su hermano Carlos, con la Medalla de Honor de la ciudad de Andújar, en su categoría de Medalla de Oro, mediante acuerdo del Pleno de la Corporación del 8 febrero del 1995. La medalla le fue impuesta en un acto solemne el día 28 del mismo mes. Además, la calle donde tenía su residencia lleva el nombre de “Hermanos Del Val”.

FUENTES;


http://www.abcdesevilla.es
http://andujar.ideal.es/gente-cercana/2680-ideal-andujar.html





domingo, 16 de junio de 2013

ANTONIO SIRVENTE DE CÁRDENAS

? - 1606


Jurisprudente.

De la vieja nobleza andujareña poco queda, a no ser que detengamos la vista en los blasones que aún perduran en las casas solariegas que nos han dejado la desidia y la piqueta. Pero, al margen de escudos, palacios y nombres de abolengo, hay otra herencia palpable en el caso que nos ocupa: esa joya que conserva la iglesia de Santa María La Mayor entre las muchas que puede enorgullecerse de poseer, y que no es otra que el cuadro de El Greco “La oración en el huerto”, obra que llegó hasta la ciudad de Andújar merced al empeño del personaje que ahora vamos a glosar: don Antonio Sirvente de Cárdenas.

Si hablamos de nobleza con reciedumbre he aquí un buen ejemplo en este entronque de Sirvente y Cárdenas que nos habla de una Andújar volcada en convertirse en una de las grandes urbes del valle, enviando a los hijos de familias pudientes lo mismo a guerrear que a formarse en latines y leyes (“el rojo y el negro” de Stendhal). En este caso, don Antonio escogió (o escogieron por él, vaya usted a saber) el camino de la jurisprudencia. Fue colegial en Cuenca y en Salamanca. De sólida formación, alcanzó la cátedra de Cánones en esta universidad. Durante el periodo 1583-1590 lo encontramos como oidor en Granada. De allí parte para Sevilla, donde será regente hasta 1597. Por último, alcanza uno de los puestos más preeminentes de la justicia española al ser nombrado presidente de la Real Chancillería de Granada, puesto que ocuparía hasta su fallecimiento. En relación con su óbito se barajan varias fechas: 1627, 1608 y 1606. Pero parece ser este último año el más certero al coincidir con documentación conservada acerca de su testamento. 

(De Wikimedia Commons)


Aunque vivió fuera de Andújar buena parte de su vida y falleció en Granada, en su tierra mantuvo siempre su casa: la vieja casona que fundara su abuelo, don Bartolomé Sirvente y cuya portada aún se conserva en el altozano de San Pedro (la conocida como casa de los Sirvente de Mieres). Tanto su abuelo como su padre participaron en la conquista del condado del Rosellón, y estaban ligados a la casa de Puig Cerdán, en Cataluña. Al parecer no obtuvo descendencia, pues en el testamento solo aparecen reseñados sus sobrinos. Fue también familiar de la Inquisición del Santo Tribunal de Córdoba y uno de los protectores de la Congregación de la Santísima Trinidad del Colegio de jesuitas.

Palacio de los Sirvente de Mieres
Enlazando con lo que decíamos al principio, quizás el hecho más reseñable de su vida, en relación con su patria chica, se produjo en 1605: ese año obtiene el patronato de la capilla mayor de Santa María, gracia que obtiene del obispo de Jaén don Sancho Dávila y Toledo. Don Antonio se aprestó enseguida a embellecer este importante espacio religioso, sin saber, a buen seguro, que unos meses después sería sepultado en él. Gran mecenas del arte y dueño de una nutrida colección de cuadros, donó a su capilla la nada desdeñable cantidad de cuarenta lienzos. Aparte, ocho de ellos (seguramente, los de mayor valía) servirían para el retablo que le fue encargado al tallista Sebastián de Solís. Como se sabe, de estos, solo sobreviviría a los sucesos del 36 la obra de El Greco porque se encontraba en proceso de restauración en Madrid. Enrique Romero de Torres nos ha dejado esta descripción de los mismos y la fotografía que abajo reproducimos: “Hay una Adoración de los Reyes y otra Adoración de los pastores, de regular mérito, pero lo más notable son dos medallones con el Señor de la Columna y un Ecce Homo, una Samaritana, precioso lienzo que parece de escuela veneciana y es sin duda de un gran maestro; Jesucristo ante Caifás, cuadro de original composición y brillante colorido, sobresaliendo una hermosa figura que hay de espaldas y a contraluz, a estilo de Remblandt. Un Enclavamiento y Jesús en el Huerto con los apóstoles, original del Greco”. Por cierto, quien primero difundió la existencia de tan valiosa obra fue el canónico de la catedral de Baeza, don José Juliá Feliú que reparó en ella estando predicando en el templo de Santa María en 1914. 

(De www.csic.es)


Aventura Manuel Caballero que quizás llegara a las manos de nuestro personaje la obra de El Greco por la amistad que mantuvo con don Bernardo de Sandoval y Rojas, gran protector de las artes. Sea como fuere, gracias a don Antonio puede ufanarse Andújar de poseer una de las primeras obras que sobre esta temática pintara el cretense, según los expertos. El resto de cuadros de la donación fueron administrados por sus herederos: sus sobrinos Juan Palomino y Alonso y Antonio Sirvente (este último, como nuevo patrono). A partir de 1614 comienza su venta en almoneda para poder hacer frente a los gastos del mantenimiento de la capilla. 

(De Wikimedia Commons)


No vio completada su obra don Antonio: el mismo año de su muerte se solicita permiso para la sacristía, las rejas de separación de las capillas contiguas son posteriores, y nos cabe la duda de si llegaría a ver terminado el retablo y las pinturas de la bóveda (encargadas al granadino Blas de Ledesma, y que están fechadas en el mismo año de 1606).

Fotografía: J. V. Córcoles de la Vega.
Publicado en Jaén, pueblos y ciudades nº. 16.


Al menos, en este caso, la acumulación de riquezas, aunque de forma aminorada, ha servido para que hoy las disfrutemos sus paisanos, cuatro siglos después.



FUENTES:


ARGOTE DE MOLINA, Gonzalo; Nobleza de Andalucía. Jaén, 1866.

DOMÍNGUEZ CUBERO, José; Monumentalidad religiosa de Andújar en la Modernidad. Andújar, Ayuntamiento, 1985.
DOMÍNGUEZ CUBERO, José; “La colección de pinturas de don Antonio Sirvente de Cárdenas, presidente de la Real Chancillería de Granada (1597 – 1606)”, BIEG, 153, 1, (1994), pp. 387-404.

HENRÍQUEZ DE JORQUERA, Francisco; Anales de Granada. Granada, Facultad de Letras, 1934.

TERRONES ROBLES, Antonio; Vida, Martirio, Translación y Milagros de San Eufrasio Obispo y Patrón de Andújar. Granada, 1657. Edición facsímil: Jaén, Diputación Provincial, 1996.


jueves, 16 de mayo de 2013

MIGUEL FUENTES DEL OLMO

(1940)


(De www.juntadeandalucia.es)


Escultor


Quiero contribuir con este pequeño grano de arena a la petición que se ha elevado al Ayuntamiento de Andújar para que una calle de la ciudad lleve el nombre de este hijo suyo, uno de los máximos exponentes del arte abstracto en la Andalucía de finales del siglo XX. Eso sí, me gustaría que su nombre no eliminara alguna añeja denominación del callejero, sancionada por el tiempo (nada que decir respecto de la sustitución de la impersonal “Argentina” por el recuerdo imborrable de ese hombre bueno y trabajador que fue José María González Jiménez, pero sí que tanto el altozano de Santa Ana como la calle La Plaza debieran haber sido respetados y que los nombres que ahora ostentan hubieran sido dados a otras vías de esta urbe nuestra, tan dada a estas ligerezas para con su herencia histórica).


Jorge Manrique (Segura de la Sierra) Foto: Antonio Somoza


Pero, a lo que vamos: Miguel Fuentes del Olmo tiene todos los requisitos para que Andújar se enorgullezca de este su preclaro hijo, nacido un diez de junio del año 1940. Aunque reside fuera de su ciudad natal, siempre ha llevado a gala su andujanía. Aún puede uno reconocer su estudio, sito en las proximidades de la calle Jaén, adornado con su peculiar sentido de la decoración cerámica. Reconocemos también su arte en el monumento de la Constitución (erigido en 1983, a la par que realizó el de Marmolejo), aunque vendría bien un mejor cuidado de su entorno. En la plaza Vieja nos encontramos con su “Romeo y Julieta” (2003), en un lugar donde servidor hubiera preferido una estatua dedicada al inmortal poeta y alcaide Pedro de Escavias, que el mismo Fuentes del Olmo habría realizado, a imagen y semejanza de su magnífico “Jorge Manrique”, que desde 1998 avisa a los forasteros que en la villa de Segura de la Sierra vino al mundo el autor de las Coplas a la muerte de su padre. Pero si desde la plaza Vieja nos aventuramos hacia las Vistillas o nos adentramos en el corazón comercial de la ciudad observamos dos de los muchos ejemplos de mural de hormigón en los que nuestro convecino es un maestro consumado: uno en la corredera San Bartolomé y otro en la calle San Antonio. Hay más “fuentesdelolmo” en Andújar: de hecho, en el hospital, en su capilla, ahí nos espera su “Tríptico de la Pasión de Cristo” (2009) y si descendemos hacia el camposanto, al igual que en otros once municipios de la provincia, podremos admirar el monumento erigido por la asociación para la recuperación de la memoria histórica (2004). La ciudad, pues, tiene al artista presente en sus calles y plazuelas, en algunos de sus edificios, en un sentido de la escultura, además, de tono espiritual cuyo otro soporte que no podemos dejar de citar es el recordado Antonio González Orea.


Romeo y Julieta


La muy cuidada web del artista nos informa que cursó estudios en la antigua escuela de Bellas Artes de San Fernando, en la madrileña calle de Alcalá. Allí se formó con los componentes de Arte Sacro: Argüello, Muñoz de Pablo, Piñeiro y Coomonte; todos ellos bajo la dirección del dominico Aguilar. En Sevilla realiza los primeros encargos por concurso. Posteriormente regresa a Madrid y colabora con Coomonte. En un nuevo retorno a su tierra andaluza aplica las vivencias sacras a obras de tipo civil. En 1982 oposita a plazas de instituto y consigue ser profesor numerario. En 1985 presenta en la Complutense de Madrid su tesis doctoral y ese mismo año consigue la plaza de profesor asociado en la Universidad de Granada. Dos años después, conseguiría la titularidad de la plaza. En 1989 es ya catedrático de escultura de la facultad de Bellas Artes granadina, donde además sería secretario y director del departamento de escultura. En el 92 se instala en Sevilla y logra la cátedra de modelado y composición en su facultad de Bellas Artes. Sería además allí vicedecano y coordinador del programa Erasmus. En 1998 dirige el grupo de investigación “Investigación de técnicas escultóricas” de la Consejería de innovación, ciencia y empresa de la Junta de Andalucía. 

Edificio en calle San Antonio de Andújar


Sus obras están repartidas por la geografía nacional y también en el extranjero. Podíamos citar la portada del columbario de la parroquia de San Miguel de El Limonar (Málaga), el monumento al Sagrado Corazón de Arriate (también en la provincia de Málaga), la obra “Recogiendo aceitunas” destinada a la Casa Real, los vitrales de la catedral malagueña, el proyecto de monumento a Trafalgar para Cádiz, el monumento a Pedro Berruezo (jugador del Sevilla F.C.), etc.
Igualmente su práctica docente ha propiciado la publicación de varios artículos en revistas especializadas y ha escrito un nutrido número de libros. 

Monumento Sagrado Corazón en Pizarra (De www.pizarra.es)

En su momento recibió el premio “Carmen del Río”, el “Madrigal”, el primer premio de vidrieras de la nueva basílica del Rocío en Almonte, el primer premio del concurso nacional para el monumento al V centenario de la toma de Marbella... Es académico numerario de la Real Academia de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría de Sevilla y académico correspondiente de la Real Academia Nuestra Señora de las Angustias (Granada). Esta institución le concedió su medalla de oro en el año 2012. En el 2003 recibió la insignia de Alfonso X El Sabio. En el año 2010 la Junta de Andalucía lo condecoró con la medalla de oro al mérito en las Bellas Artes. En el 2013 recibió la medalla de oro de la Universidad Lusófona de Lisboa y en 2014 fue nombrado académico extranjero de la "Academia de Letras e Arte" de Portugal. Ese mismo año, el pleno del Ayuntamiento de Andújar le concedió la medalla de oro de la ciudad.


Relieve en Málaga. Foto: Fran Carriscondo.  
 
Así caracterizaban el arte de Fuentes del Olmo, hace ahora treinta años, Domínguez Cubero y Toribio García: “formalismo abstracto de envoltura cambiante, fuerte presencia de elementos procedentes de una concepción estética “clasicista” y un cierto contenidismo religioso cuyas raíces sobrepasan incluso el horizonte de la cultura cristiana occidental y abarcan incluso otras formas de pensamiento religioso de contenido místico. En efecto, su inspiración creadora le ha llevado a recorrer desde el lejano Oriente hasta las viejas culturas incas; sintetizando luego en su plástica lo que ha visualizado y percibido”.
 
El artista ha donado una serie de esculturas al museo que lleva su nombre y que se encuentra en las dependencias del Teatro Principal de Andújar.
 

 



FUENTES:


DOMÍNGUEZ CUBERO, J. Y TORIBIO GARCÍA, M.; “La escultura de Miguel Fuentes del Olmo y el arte sacro actual”, BIEG, 113, (1983), 95-97.

FUENTES, Miguel; Catálogo exposición sala de exposiciones de la Diputación provincial. Del 10 de abril al 6 de mayo de 1997.