lunes, 7 de mayo de 2012


RAMÓN DE VALENZUELA Y SÁNCHEZ-MUÑOZ
(1864-1909)



Abogado y sacerdote.

La vida de aquellas personas que alcanzaron cierto renombre en su momento (y solo en su momento) ha quedado compilada, en muchos casos, en enciclopedias como la Espasa, como único vestigio público de su existencia. En una de las amarillentas hojas de este diccionario enciclopédico, nuestra vista tropieza con el nombre de un hijo de Andújar: Ramón de Valenzuela y Sánchez-Muñoz. Impresiona la profusión de datos allí reseñados y que aquí transcribimos (a pesar de la mala fama que, en materia biográfica, arrastra dicha enciclopedia), sobre todo teniendo en cuenta el desconocimiento que rodea hoy día a su figura.

Alcorisa, localidad donde residió Ramón de Valenzuela.
(www.alcorisa.org)

Nuestro personaje perteneció a una ilustre familia andujareña. Su hermano (más conocido) fue Rafael de Valenzuela, abogado y escritor, padre del teniente coronel Valenzuela, héroe de la guerra de África, cuyo nombre ostentó la actual plaza de la Autonomía hasta hace unos años. Nació don Ramón un seis de septiembre de 1864. Fue uno de los siete hijos del matrimonio formado por don José María de Valenzuela y Valenzuela, y doña Adelaida Sánchez-Muñoz Baciero. Hizo sus primeros estudios en el colegio del Salvador y siguió la carrera de Derecho en la Universidad de Zaragoza (ciudad en la que se establecerían los dos hermanos). Fue registrador de la propiedad de Zamora, primero, y de Zaragoza después, fundando en la ciudad del Ebro una academia de leyes. Pero durante una estancia en Valencia (patria chica de su madre), su vida dio un vuelco: sintió la vocación sacerdotal e ingresó en el convento de los franciscanos de la capital valenciana. Debido a unos problemas de salud, volvió a Zaragoza, y, una vez repuesto, marchó a instruirse en los estudios sagrados en Alcorisa (Teruel), con los padres paúles, en la antigua casa solariega de los barones de la Linde. Teniendo en cuenta que esta congregación religiosa llega a la población turolense en 1893 y que en 1895 ya han abandonado el palacio de la Linde, hay que concluir que Ramón de Valenzuela residió en Alcorisa cuando contaba aproximadamente treinta años de edad.

El nuevo sacerdote pronto se interesó por las cuestiones sociales, especialmente por la mejora de las condiciones de vida de la clase obrera. En este sentido, impulsó el Círculo Católico de Obreros, que había sido creado en 1902, llegando a presidirlo. Además, creó las Escuelas del Ave María, que seguían el espíritu de las fundadas en Granada por el padre Andrés Manjón. Su actividad incansable le llevó a reglamentar la Escuela Dominical, en la cual estableció el denominado catecismo de perseverancia; organizó todas las secciones de las Obras, fundó gremios, una bolsa de trabajo, una biblioteca, etc. 

El Ebro a su paso por Zaragoza (www.centraldereservas.es)

Se encargó igualmente de reorganizar la Caja de Socorros Mutuos, organismo que emana del progresivo afianzamiento del movimiento obrero; aunque en este caso la Iglesia lo usara justamente para contrarrestar la influencia creciente de la ideología socialista.

Para terminar, hay también referencia a las disertaciones que solía dar don Ramón acerca de cuestiones sociales que, suponemos, irían en la senda antes apuntada de oponer un sentido cristiano de cierta justicia social a las crecientes corrientes revolucionarias en Europa.

Este paisano nuestro murió en Zaragoza en 1909.



FUENTES:

IBÁÑEZ, L.; “Reseña histórica del Colegio y Casa-misión de Alcorisa (Teruel)”, Anales Madrid, 1914, pág. 241 ss.

VARIOS, Enciclopedia Universal Ilustrada. Barcelona, Espasa-Calpe, 1929. Tomo 66, pág. 695.





No hay comentarios:

Publicar un comentario