RAMÓN DE
VALENZUELA Y SÁNCHEZ-MUÑOZ
(1864-1909)
Abogado
y sacerdote.
La vida de aquellas
personas que alcanzaron cierto renombre en su momento (y solo en su
momento) ha quedado compilada, en muchos casos, en enciclopedias como
la Espasa, como único vestigio público de su existencia. En una de
las amarillentas hojas de este diccionario enciclopédico, nuestra
vista tropieza con el nombre de un hijo de Andújar: Ramón de
Valenzuela y Sánchez-Muñoz. Impresiona la profusión de datos allí
reseñados y que aquí transcribimos (a pesar de la mala fama que, en
materia biográfica, arrastra dicha enciclopedia), sobre todo
teniendo en cuenta el desconocimiento que rodea hoy día a su figura.
Alcorisa, localidad donde residió Ramón de Valenzuela. (www.alcorisa.org) |
Nuestro personaje
perteneció a una ilustre familia andujareña. Su hermano (más
conocido) fue Rafael de Valenzuela, abogado y escritor, padre del
teniente coronel Valenzuela, héroe de la guerra de África, cuyo
nombre ostentó la actual plaza de la Autonomía hasta hace unos
años. Nació don Ramón un seis de septiembre de 1864. Fue uno de
los siete hijos del matrimonio formado por don José María de
Valenzuela y Valenzuela, y doña Adelaida Sánchez-Muñoz Baciero.
Hizo sus primeros estudios en el colegio del Salvador y siguió la
carrera de Derecho en la Universidad de Zaragoza (ciudad en la que se
establecerían los dos hermanos). Fue registrador de la propiedad de
Zamora, primero, y de Zaragoza después, fundando en la ciudad del
Ebro una academia de leyes. Pero durante una estancia en Valencia
(patria chica de su madre), su vida dio un vuelco: sintió la
vocación sacerdotal e ingresó en el convento de los franciscanos de
la capital valenciana. Debido a unos problemas de salud, volvió a
Zaragoza, y, una vez repuesto, marchó a instruirse en los estudios
sagrados en Alcorisa (Teruel), con los padres paúles, en la antigua
casa solariega de los barones de la Linde. Teniendo en cuenta que
esta congregación religiosa llega a la población turolense en 1893
y que en 1895 ya han abandonado el palacio de la Linde, hay que
concluir que Ramón de Valenzuela residió en Alcorisa cuando contaba
aproximadamente treinta años de edad.
El nuevo sacerdote
pronto se interesó por las cuestiones sociales, especialmente por la
mejora de las condiciones de vida de la clase obrera. En este
sentido, impulsó el Círculo Católico de Obreros, que había sido
creado en 1902, llegando a presidirlo. Además, creó las Escuelas
del Ave María, que seguían el espíritu de las fundadas en Granada
por el padre Andrés Manjón. Su actividad incansable le llevó a
reglamentar la Escuela Dominical, en la cual estableció el
denominado catecismo de perseverancia; organizó todas las secciones
de las Obras, fundó gremios, una bolsa de trabajo, una biblioteca,
etc.
El Ebro a su paso por Zaragoza (www.centraldereservas.es) |
Se encargó igualmente
de reorganizar la Caja de Socorros Mutuos, organismo que emana del
progresivo afianzamiento del movimiento obrero; aunque en este caso
la Iglesia lo usara justamente para contrarrestar la influencia
creciente de la ideología socialista.
Para terminar, hay
también referencia a las disertaciones que solía dar don Ramón
acerca de cuestiones sociales que, suponemos, irían en la senda
antes apuntada de oponer un sentido cristiano de cierta justicia
social a las crecientes corrientes revolucionarias en Europa.
Este paisano nuestro
murió en Zaragoza en 1909.
FUENTES:
IBÁÑEZ, L.; “Reseña
histórica del Colegio y Casa-misión de Alcorisa (Teruel)”, Anales
Madrid, 1914, pág. 241 ss.
VARIOS, Enciclopedia
Universal Ilustrada. Barcelona, Espasa-Calpe, 1929. Tomo 66, pág.
695.
No hay comentarios:
Publicar un comentario