lunes, 28 de septiembre de 2020

 

RAFAEL DE VALENZUELA Y URZÁIZ

(1881 – 1923)

Tomado de:
generaldavila.com


Militar

Retomamos este recorrido por la vida de hombres y mujeres nacidos o entroncados con Andújar (como es el caso que nos ocupa este mes) y lo hacemos también aprovechando el centenario de uno de los cuerpos de nuestro ejército: la Legión; o lo que viene a ser lo mismo: aprovechamos que el Pisuerga pasa por Valladolid para colar de rondón a este personaje que tuvo incluso su recuerdo en la nomenclatura del callejero de la ciudad.

Nuestro biografiado nació en Zaragoza el 23 de julio de 1881, hijo del escritor y abogado andujareño Rafael de Valenzuela Sánchez-Muñoz, trasladado a la capital aragonesa y casado allí con una zaragozana: Joaquina Urzaiz Cavero. Estudió en el colegio de la Compañía de Jesús, El Salvador. Se sintió atraído por las Humanidades y llegó a dominar el uso de varias lenguas.

Ingresó en la Academia del Arma de Infantería de Toledo en 1897, donde alcanzaría, tres años después, el grado de alférez. Después de una breve estancia en la península, fue destinado a Marruecos, donde transcurrió gran parte de su carrera militar. En 1909 ya es capitán y protagoniza varios hechos de armas donde pone de relieve su valor en el combate. Diez años después sería nombrado teniente coronel.


Monumento a Rafael de Valenzuela en
la plaza Salamero de Zaragoza
(Wikipedia. Trabajo de bibliofilotranstornado)


Según relatan las crónicas de aquella guerra colonial, el 28 de octubre de 1922, la Legión española había conquistado la posición de Tizzi Assa, en el puerto del mismo nombre. No obstante, defender esa posición se hacía difícil, sufriendo continuos acosos de las tribus. Por aquel entonces, Valenzuela había sido nombrado jefe de la Legión en sustición de Millán Astray. Aprovechando un permiso en Madrid, se entrevistó con el rey Alfonso XIII y en cuanto supo de la situación apurada de sus hombres en Marruecos, volvió a Marruecos, llegando el 4 de junio de 1923. Allí le indicaron que las tropas enemigas se hallaban desmoralizadas al no poder reconquistar el territorio perdido y que era una buena oportunidad para hacerse con Peña Tahuarda, un antiguo fortín que resultaba lugar inmejorable para dominar todo el territorio. Aunque Valenzuela no estaba muy convencido del éxito de la empresa, siguió su sentido del deber y se aprestó a reconquistar el fuerte. El ataque se lanzó el 5 de junio, terminando la empresa con éxito, aunque se perdieron muchas vidas, incluida la del propio teniente coronel Valenzuela que arengó a sus hombres, pistola en mano, al grito de “¡A mí los valientes! ¡Viva la Legión!” Las crónicas de entonces siguen relatando que cuando al día siguiente intentaron rescatar su cuerpo, se perdieron otras cuarenta vidas de legionarios.

Tumba del tte. crnel. Valenzuela
en el Pilar de Zaragoza
(tomado de generaldavila.com)

El cadáver de Valenzuela fue escoltado hasta Melilla, donde fue embarcado hacia Málaga. En Madrid recibió la familia las condolencias del propio rey, y en Zaragoza, el homenaje de su tierra natal, que acompañó el féretro desde la estación de ferrocarril hasta la basílica del Pilar, donde fue enterrado.

En su honor se creó en 1925 la VII bandera perteneciente al Tercio Don Juan de Austria, III tercio de la Legión, la cual ha estado ubicada en diferentes lugares, siendo su última residencia la de Viator, en Almería, y habiendo servido para la pacificación de territorios como Bosnia-Herzegovina, Kosovo, Irak, Afganistán y el Congo. Fue caballero de la Orden de Santiago y de la Real Maestranza de Caballería de Zaragoza. Recibió también varias distinciones: la Cruz de María Cristina, la Medalla de la Campaña de Marruecos, la Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo y la Medalla Militar individual.


Escudo de la Bandera de Infantería
Protegida "Valenzuela" VII/3
(tomado de ejercito.defensa.gob.es)


La ciudad natal de su padre también se hizo eco de su fallecimiento, rotulando, como se ha dicho al principio, la hoy denominada plaza de la Autonomía con su nombre, y recibiendo el elogio de Alcalá Venceslada en un encendido artículo publicado en la revista Don Lope de Sosa. En esa misma publicación se deja claro que no nació en Andújar, pero que siempre se sintió unido al solar paterno y que en nuestra ciudad pasó algunas temporadas de su infancia y juventud.


FUENTES:

ALCALÁ VENCESLADA, Antonio; “Los héroes de la raza. Rafael de Valenzuela y Urzaiz”, Don Lope de Sosa, 127, (julio 1923), 195-197.

WIKIPEDIA

DICCIONARIO HISTÓRICO ESPAÑOL








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