BEATO BERNARDINO DE ANDÚJAR
(PABLO MARTÍNEZ ROBLES)
(1879 – 1936)
(PABLO MARTÍNEZ ROBLES)
(1879 – 1936)
Mártir franciscano capuchino.
Las masivas beatificaciones de religiosos y religiosas que murieron en la contienda civil española, llevadas a cabo por el papa Juan Pablo II y seguidas por el actual pontífice, han sacado a la luz historias tan sencillas como la de nuestro paisano, Pablo Martínez Robles, fraile franciscano que se destacó, sobre todo, por su abnegado servicio en cada una de las casas de la Orden en que estuvo.
Vino al mundo en la calle Ollerías a las once de la mañana de un 28 de enero de 1879, siendo bautizado en la parroquial de Santa María la Mayor tres días después con el nombre de Pablo Julián de la Santísima Trinidad. Sus padres, Bernardino Martínez (de profesión zapatero) y Mª. Dolores Robles (ama de casa), no pudieron ofrecerle la adecuada formación académica debido a los escasos recursos económicos con que contaba la familia, así que pronto hubo de dejar la escuela local y dedicarse a la talabartería y a labores agrícolas. Con posterioridad comienza a trabajar en un cortijo, y de ahí, se traslada a Córdoba. Allí traba amistad con el hermano administrador de los ermitanos de Sierra Morena, el cual lo invita a conocer de cerca su forma de vida.
Pero pronto vio el joven Pablo que aquella no era su vocación, y marcha hacia el Real Monasterio de Yuste, en Cáceres, regentado por los frailes terciarios capuchinos. Allí llegaría en octubre de 1906 para iniciar el postulantado, y el 15 de abril del siguiente año tomaría el hábito religioso a la vez que cambiaría su nombre por el de Fray Bernardino María de Andújar. Al finalizar los dos años de noviciado para hermano coadjutor, el 15 de abril de 1909 emite sus votos religiosos en Yuste.
De 1911 a 1914 lo encontramos en el colegio Fundación Caldeiro de Madrid. El 15 de abril de 1915 profesa perpetuamente en la Congregación de Religiosos Terciarios Capuchinos de Nuestra Señora de los Dolores (conocidos popularmente como "amigonianos"). A lo largo de los casi veinte años siguientes Fray Bernardino recorre distintas fraternidades: la Escuela de Reforma de Santa Rita (Madrid), la Colonia de San Hermenegildo (Dos Hermanas, Sevilla), y la Escuela de Reforma de Zaragoza, colaborando fielmente en los quehaceres de la cocina, el campo y la enfermería.
En junio de 1938 pasa al convento de Nuestra Señora de Monte Sión, de Torrent (Valencia), donde desempeña su actividad como sacristán de la iglesia del convento. Y, posiblemente en 1936, pasa a formar parte de la fraternidad de la casa noviciado de San José, de Godella (Valencia), donde le sorprende la Guerra Civil.
El 20 de julio los milicianos asaltan el convento y el padre Bernardino, junto con sus compañeros de religión, son hechos prisioneros. Dos días después es conducido a Torrent y el padre Valentín se hace cargo de él, pero el 13 de agosto es nuevamente detenido y llevado a la cárcel del pueblo. De ahí saldrá el día 15 de septiembre, en compañía de fray Laureano María de Burriana y de su hermano fray Benito María de Burriana, para ser asesinados en la noche del 15 al 16 en la masía de Calabarra, término municipal de Turis (Valencia). Su cuerpo fue llevado a la fosa común del cementerio de Montserrat hasta el 5 de noviembre de 1939 en que fueron inhumados sus restos en la cripta de los Mártires, en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción de Torrent.
Sus biógrafos destacan entre sus rasgos que “era bajito, gordito, de carácter tranquilo, acogedor, colaborador de la gente más pobre. Era la fiel imagen del franciscano más orondo, siempre portador de paz y bien, que facilitaba la convivencia fraternal en el convento. Destacaba por su vida de oración intensa, manifestando una especial vocación a la Eucaristía, a la Virgen de los Dolores y al Patriarca San Francisco.”
Fue beatificado por Juan Pablo II el 11 de marzo de 2001 y su fiesta se celebra el 22 de septiembre.
FUENTES:
Biografía del beato por Fr. Agripino G. en tarjeta devocional.
http://terciarioscapuchinos.wikispaces.com/beato+bernardino+maria+de+andujar
Las masivas beatificaciones de religiosos y religiosas que murieron en la contienda civil española, llevadas a cabo por el papa Juan Pablo II y seguidas por el actual pontífice, han sacado a la luz historias tan sencillas como la de nuestro paisano, Pablo Martínez Robles, fraile franciscano que se destacó, sobre todo, por su abnegado servicio en cada una de las casas de la Orden en que estuvo.
Vino al mundo en la calle Ollerías a las once de la mañana de un 28 de enero de 1879, siendo bautizado en la parroquial de Santa María la Mayor tres días después con el nombre de Pablo Julián de la Santísima Trinidad. Sus padres, Bernardino Martínez (de profesión zapatero) y Mª. Dolores Robles (ama de casa), no pudieron ofrecerle la adecuada formación académica debido a los escasos recursos económicos con que contaba la familia, así que pronto hubo de dejar la escuela local y dedicarse a la talabartería y a labores agrícolas. Con posterioridad comienza a trabajar en un cortijo, y de ahí, se traslada a Córdoba. Allí traba amistad con el hermano administrador de los ermitanos de Sierra Morena, el cual lo invita a conocer de cerca su forma de vida.
Pero pronto vio el joven Pablo que aquella no era su vocación, y marcha hacia el Real Monasterio de Yuste, en Cáceres, regentado por los frailes terciarios capuchinos. Allí llegaría en octubre de 1906 para iniciar el postulantado, y el 15 de abril del siguiente año tomaría el hábito religioso a la vez que cambiaría su nombre por el de Fray Bernardino María de Andújar. Al finalizar los dos años de noviciado para hermano coadjutor, el 15 de abril de 1909 emite sus votos religiosos en Yuste.
Real Monasterio de Yuste (Cáceres) (rutaextremadura.wordpress.com) |
En junio de 1938 pasa al convento de Nuestra Señora de Monte Sión, de Torrent (Valencia), donde desempeña su actividad como sacristán de la iglesia del convento. Y, posiblemente en 1936, pasa a formar parte de la fraternidad de la casa noviciado de San José, de Godella (Valencia), donde le sorprende la Guerra Civil.
El 20 de julio los milicianos asaltan el convento y el padre Bernardino, junto con sus compañeros de religión, son hechos prisioneros. Dos días después es conducido a Torrent y el padre Valentín se hace cargo de él, pero el 13 de agosto es nuevamente detenido y llevado a la cárcel del pueblo. De ahí saldrá el día 15 de septiembre, en compañía de fray Laureano María de Burriana y de su hermano fray Benito María de Burriana, para ser asesinados en la noche del 15 al 16 en la masía de Calabarra, término municipal de Turis (Valencia). Su cuerpo fue llevado a la fosa común del cementerio de Montserrat hasta el 5 de noviembre de 1939 en que fueron inhumados sus restos en la cripta de los Mártires, en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción de Torrent.
Masía de Calabarra, en Turis (Valencia) (www.forocoches.com) |
Sus biógrafos destacan entre sus rasgos que “era bajito, gordito, de carácter tranquilo, acogedor, colaborador de la gente más pobre. Era la fiel imagen del franciscano más orondo, siempre portador de paz y bien, que facilitaba la convivencia fraternal en el convento. Destacaba por su vida de oración intensa, manifestando una especial vocación a la Eucaristía, a la Virgen de los Dolores y al Patriarca San Francisco.”
Fue beatificado por Juan Pablo II el 11 de marzo de 2001 y su fiesta se celebra el 22 de septiembre.
FUENTES:
Biografía del beato por Fr. Agripino G. en tarjeta devocional.
http://terciarioscapuchinos.wikispaces.com/beato+bernardino+maria+de+andujar
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