jueves, 28 de mayo de 2020


VENERABLE FRAY ALONSO RUIZ NAVARRO
Ss. XVI-XVII


Mártir franciscano

Como en más de una ocasión he confesado, se me hace complicado tratar de resumir la vida y obra de algunos de nuestros paisanos, ante el aluvión de datos que uno encuentra en libros, prensa, testimonios personales o Internet. En cambio, otras veces, sucede lo contrario: se aferra uno a breves pinceladas de una vida que, ante la escasez de esos mismos datos, se nos aparece como fugaz, cuando la historia nos oculta sucesos y avatares que, seguro, fueron muy interesantes.

Pero la realidad es la que es, y ante el biografiado de este mes sucede algo así: básicamente lo que encontramos en todas las fuentes consultadas y que se citan más abajo es la misma salmodia acerca de su ejemplar martirio, siendo complicado arañar otros fragmentos del mosaico de su vida, sin caer en la tentación de rellenar los huecos vacíos con alguna invención novelesca.

Antiguo convento de San Francisco, en Granada
(tomado de Wikipedia. Trabajo de Daderot).


Por desconocer, hasta desconocemos su fecha de nacimiento, aunque tomando como referencia la de su muerte, tuvo que suceder, por fuerza, en el siglo XVI. Sabemos, eso sí que sus padres eran Alonso Ruiz Navarro (o Manera, según otros) y su madre, María de Lara (Navarro, según el padre Vilches). También parece que profesó en el convento de San Francisco de Granada y de ahí partió a Filipinas con ánimo, como tantos otros servidores de Dios, de proclamar el Evangelio en aquellas lejanas tierras.

Mausoleo dedicado a los mártires cristianos de Japón
(Tomado de bbc.com/mundo/noticias. Getty Images)


Pronto pasó a Japón, meta para muchos religiosos entonces, a pesar de los riesgos que ello conllevaba; aunque bien es verdad que cuando fray Alonso arribó a Japón se había extendido el Cristianismo merced a su introducción, sobre todo por jesuitas portugueses. La conversión a la nueva fe por parte de los señores feudales se hacía con miras más económicas que religiosas, pues de esta forma se creaban vínculos más estrechos con el pujante comercio portugués en la zona de Nagasaki.

Fumie con la cara de Cristo desgastada
al ser pisoteada una y otra vez
(Tomado de bbc.com/mundo/noticias
Getty Images).


No obstante, la rápida proliferación de conversiones (unas 500.000 en la zona antes citada a finales del XVI), hizo que las autoridades intentaran frenar el avance del Cristianismo. Ya en esa época hay testimonios de persecuciones y el martirio de veintiséis misioneros en el mismo Nagasaki. En estos años, el padre Alonso tendría que enfrentarse con un ambiente de animadversión que iba in crescendo, y que alcanzó uno de sus puntos álgidos en 1614 con la prohibición del culto cristiano y la expulsión de los religiosos que, de diferentes nacionalidades y órdenes, habían llegado a Japón en las décadas precedentes. Además, frente a la prudencia de los jesuitas, los franciscanos no dudaban en proclamar el Evangelio sin ocultarse. Y así, el andujareño seguiría con su misión, incluso cuando se extendió la práctica del fumie que se instaura a partir de 1620. El fumie era una imagen de Cristo o de la Virgen que debía ser pisada públicamente para dejar patente que no se tenía relación alguna con el Cristianismo. Quien no lo hiciera, podía ser condenado a muerte, como ocurrió con unas dos mil personas. Una de ellas sería nuestro fraile franciscano, quien fue ajusticiado tras treinta y seis años de predicación, un 13 de febrero de 1633. Todos sus hagiógrafos coinciden en que, a pesar de ser decapitado, estuvo predicando veinticuatro horas más.

"Mártires franciscanos en Japón", cuadro
de Juan Carreño que se puede contemplar
en el Museo de Santa Cruz de Toledo
(Tomado de: www.meisterdrucke.es)


Fuera de este exiguo ramillete de datos quedan sus primeros años en Andújar, sus correrías adolescentes, la llamada de la vocación, las vicisitudes y triunfos, las penas y alegrías de una vida oculta entre los pliegues del pasado que hoy hemos querido rescatar aquí.



FUENTES:

ÁLVAREZ, P. José; Índice General del diario histórico, político-canónico y moral. Madrid, Thomas Rodríguez, 1734.

ESPINALT GARCÍA, Bernardo de; Atlante Español. Tomo XII. Parte 2 (Córdoba-Jaén). Madrid, Imprenta de González, 1787; págs. 237-238.

GUTIÉRREZ CARRERAS, Pilar; “Los primeros mártires de Japón. Nagasaki, 1597” (Conferencia pronunciada en la Hospedería de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, 16.02.2014). http://www.valledeloscaidos.es/files/martires-del-japon.pdf

SICARDO, José; Cristiandad del Japón y dilatada persecución que padeció... Madrid, Francisco Sanz, 1698.

TERRONES ROBLES, Antonio; Vida, martirio, traslación y milagros de San Eufrasio... Granada, 1657. Edición facsímil: Jaén, Diputación provincial, 1996.

TORRES LAGUNA, Carlos de; Andújar cristiana. Andújar, La Puritana, 1956.

VÍLCHES, Francisco de; Santos y santuarios del Obispado de Jaén y Baeza; Madrid, 1550. pp. 232-235.


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