JOSÉ
MARCHÁ
(JOSÉ
RODRÍGUEZ CARMONA)
(1950)
(Tomado de su página web: www.josemarcha.es) |
Pintor
Aunque nació en Andújar un doce de octubre de 1950, a
los tres años ya lo tenemos en Arjonilla, tierra donde la alfarería
y la cerámica de la zona arraigó con fuerza y sigue teniendo mucho
protagonismo en la actualidad. Justamente, por el contacto con el
barro vidriado nacería su vocación artística. Según aparece en su
biografía oficial, a los doce años le regalan material para pintar
al óleo y así conseguir dar forma a todo lo que bullía en su
interior. A los dieciocho aterriza en Madrid, dispuesto a encontrar
un hueco en el panorama de la pintura nacional. Al margen de imbuirse
del arte de los grandes en el Prado, entra en contacto con el
acreditado marchante Arnot, que le abre las puertas de América, a
cuyos coleccionistas, desde entonces, llegarán regularmente sus
lienzos rodeados ya de un prestigio internacional. Pero, antes de
eso, hay que reseñar su encuentro decisivo con Nanita Kalachnikoff (una de
las más fieles amistades con que contó Salvador Dalí).
"Membrillo tras la lluvia" |
Afincado en la costa del Sol, José Marchá tiene en su
haber un sinfín de exposiciones. Cabría citar las de Kebila
(Tetuán), la madrileña Galería Durán, la Sala Miramar de Málaga,
la Galería Saanen (Gstaad, Suiza), la Galería Triángulo (París),
Galería Sokoa (Madrid), el Marbella Club, la Galería El Bollander
(Palm Beach, Estados Unidos), etc.
"Mujer de Marrague" |
Sus obras se pueden admirar en varias colecciones
particulares como las de los marqueses de Engloffteing (Alemania), la
de los marqueses de Paul-Larios (España), el príncipe iraní
Abbdelah (Francia), los marqueses de San Damián (Londres), la
afamada colección Thysen; así como en diversos museos e
instituciones: ACAF de Melbourne, The Spanish Institute de Nueva
York, el palacio de Lebrija, etc.
"Flor de azahar" |
De él decía hace unos años el literato Fernando Quiñones:
“La pintura de Pepe Marchá nos gana en directo y a gusto, como un
beso en la boca. Su rotunda energía de diseño y color no excluye
una delicadeza esencial e inocente; sabia también, ya que el arte
mejor es siempre una misteriosa, indecible suma de intuición y saber
de espontaneidad y técnica”. Decía también entonces el recordado novelista que Marchá se aleja de los vaivenes de las modas pictóricas para crear un arte atemporal. En la misma línea están estas palabras de María de Juan: "El
paso del tiempo y la transformación de la discusión en torno al
arte se ha encargado de demostrar la gran pertinencia de trabajos
que, como el suyo, plantean una pintura atemporal, independiente de
categorías vanguardistas”.
"Chapapote" |
FUENTES
Catálogo exposición de José Marchá en las salas
provinciales de la diputación de Jaén. Jaén, Diputación,
1999.
No hay comentarios:
Publicar un comentario