sábado, 3 de noviembre de 2018

CAMILA DE ACUÑA Y PÉREZ DE VARGAS
(1860 – 1943)


Escritora

Santiago de Córdoba Ortega, siempre atento a las curiosidades históricas de Andújar, nos regaló en el número ocho de la revista El toro de caña, una pequeña joyita: la Loa de la aparición de Nuestra Señora de la Cabeza, obtenida merced a esas amenas conversaciones que mantenía con el conde de La Quintería, José Pérez de Vargas y del Río, quien le confesó que aunque la obra teatral la comenzó PedroManuel de Acuña y Espinosa de los Monteros, quien le dio forma y fin fue su hija Camila.

Cuadro de la aparición, de Pedro Palenciano,
motivo central del cartel de la festividad
del 12 de agosto de 2018.

Había nacido nuestra autora en Andújar, el 10 de octubre de 1860, siendo bautizada en la parroquial de Santa María al día siguiente. Con veintitrés años, un 28 de diciembre de 1883 contrajo matrimonio con Santiago Mesía, doctor en Derecho, quien sería el responsable de los textos que acompañan al álbum fotográfico sobre Andújar y su patrona, publicado en 1890. Quedó viuda, sin descendencia, el 17 de julio de 1899 y cinco años después solicita ser vecina de Arjonilla, aunque pasó gran parte de su vida en Madrid, donde fallecería el 20 de febrero de 1943.

Para los curiosos, les invito a consultar el
número 8 de esta publicación, donde
se puede leer la Loa completa.

El origen de esta obrita hay que buscarlo en la traída de la Virgen de la Cabeza en 1884, para solicitar de Ella las ansiadas lluvias que, según cuentan las crónicas, por fin se derramaron por toda la campiña en cuanto la Morenita llegó a la ciudad. No obstante, las ocupaciones políticas de don Pedro Manuel, diputado en Cortes, le impiden materializar el proyecto que vuelve a tomar fuerza al año siguiente, cuando de nuevo la Virgen es bajada a Andújar, en esta ocasión para librar a los vecinos del cólera que estaba asolando la provincia. No obstante, como arriba queda dicho y según testimonio del conde de La Quintería, la autora de facto del texto fue Camila de Acuña, aunque debió firmar la obra su padre, por aquello de que no parecía un quehacer propio de quien debía ocuparse tan solo de su hogar y de su marido. Se representó en la casa paterna: en el número ocho de la corredera Capuchinos y fue conservada varios años por otra de las hijas de don Pedro Manuel: Petra.

La Virgen de la Cabeza, en Colón, en su
coronación canónica de 1909.

Tras aquella primera representación (en noviembre de 1885), de nuevo volvería a los escenarios con motivo de la coronación canónica de la Virgen, en abril de 1909. En este caso, tendría mayor repercusión ya que se realizó en dos días distintos en el Salón Iliturgitano según opinión de don José; aunque posiblemente también haya que considerar un espacio aún más público: las confluencias de las calles Las Monjas y Granados, según apunta Enrique Gómez.



FUENTES:

BATISTA QUADROS, María de Fátima; Quadros sua alma e sua gente nos caminhos da historia 1248 a 2008. Río de Janeiro, 2009.

BORREGO TOLEDANO, Andrés; “Obras divulgativas de la devoción a la Virgen de la Cabeza en la segunda mitad del siglo XIX”, BIEG, 202, (julio-diciembre 2010), pp. 11-24.

CÓRDOBA ORTEGA, Santiago de; “La Virgen de la Cabeza a través de los papeles amarillos”, El Toro de Caña, 8, (2002), pp. 573-612.

GÓMEZ MARTÍNEZ, Enrique; “El patronazgo de la Virgen de la Cabeza en la ciudad de Andújar”, www.canalromero.com.

PÉREZ DE VARGAS Y DEL RÍO, José; “Dos obras teatrales poco conocidas sobre la Virgen de la Cabeza”, Jaén, extraordinario de Romería, 26 de abril de 1985, pp. 10-11.




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